De México a Chile, la razón importa
En el programa de esta semana, analizamos el rumbo que Chile debe recuperar.

Dionisio Gutiérrez inició recordando que, en el arte de gobernar, como en el arte de vivir, “la razón importa”. Afirmó que las naciones que progresan han comprendido que “la política y la economía deben sujetarse a la racionalidad”, porque “el progreso nace de la disciplina, no de los discursos; de las instituciones, no de las consignas; de la libertad, no de la imposición”.
Destacó que “la libertad, esa palabra que los demagogos prostituyen y los pueblos a veces olvidan, es el principio que sostiene toda prosperidad”. Subrayó que empieza en el individuo, “en su capacidad de pensar, decidir y actuar sin que otro le dicte el camino”, y advirtió que “las libertades civiles no son concesiones del poder, sino las condiciones mínimas del desarrollo”. Donde se restringen, “se apagan el ingenio, la productividad y la esperanza”.
Gutiérrez también hizo una dura crítica al socialismo, al que calificó como “la historia del subdesarrollo”. Recordó que, con su promesa de igualdad impuesta y justicia dirigida, “ha demostrado, una y otra vez, que solo reparte miseria”, pues “nació del rencor, prosperó en la manipulación y se perpetúa en la dependencia”.
Refiriéndose a América Latina, Gutiérrez lamentó que la región “ha sufrido por generaciones el hechizo de caudillos que, con palabras falsas y promesas de justicia, han arruinado economías y asfixiado democracias”. Cada vez que un país cede al populismo autoritario, “se repite la tragedia: abundancia convertida en pobreza, instituciones degradadas, libertades canceladas”.
También dedicó un mensaje especial a Chile, país que consideró “una excepción luminosa” durante décadas, al haber demostrado que “la libertad económica es la mejor herramienta para vencer la pobreza”. Sin embargo, advirtió que en los últimos años, “confundiendo libertad con desigualdad y progreso con privilegio, Chile desvió su camino”. Por ello, señaló que el próximo 16 de noviembre, el país “tendrá la oportunidad de volver a la libertad”.
Para finalizar, Gutiérrez recordó que “la racionalidad política y económica es el modo más humano de gobernar, porque entiende que solo el individuo libre puede construir una sociedad próspera”. Y concluyó con un mensaje claro ante los tiempos de confusión y populismo: “La verdadera justicia nace del mérito, la prosperidad de la libertad y la dignidad del esfuerzo propio”.
En el siguiente segmento, Dionisio Gutiérrez entrevistó a Bettina Horst, directora ejecutiva del Instituto Libertad y Desarrollo en Chile, y a Gonzalo Cordero, abogado y consultor en marketing político, sobre las próximas elecciones en Chile.
Horst inició reconociendo el retroceso de Chile en los indicadores políticos, económicos, de seguridad e institucionales. Sin embargo, espera que “en las próximas elecciones vuelva a primar una mirada de esperanza y de un Estado que abrace el desarrollo y que permita recuperar las bases del progreso económico y social”.
Respecto de por qué casi un tercio del electorado chileno ve en la opción comunista, representada por la canata Jeannette Jara, una alternativa, Horst expresó que esto podría deberse a la pérdida de capacidad de la izquierda socialdemócrata para atraer votantes. Según señaló, “esto ha cedido espacio a una izquierda más radical. Esos sectores que tradicionalmente han sido de izquierda ya no se identifican con la centroizquierda tradicional y se han ido plegando a propuestas más extremas”.
Además, indicó que para recuperar el rumbo del país, es necesario tomar medidas que “no necesariamente son populares, pero sí necesarias”. Por ejemplo, en el tema fiscal, menciona que la proyección a futuro es mala, por lo que es necesario “hacer ajustes fiscales”. Añadió que en Chile, los problemas no se resolverán simplemente con un cambio de administración: “Se requieren políticas públicas que vuelvan a cimentar bases sobre las cuales el sector privado, las personas, las familias puedan salir adelante con su proyecto personal y su propio esfuerzo”.
Por otro lado, Horst expresó que Chile dio por sentado su crecimiento económico, la creación de empleo y consolidar una clase media: “Se tomó como algo garantizado, algo que no íbamos a perder”.
Por su parte, Cordero inició expresando que Chile no quiere continuidad, sino cambio. Por esa razón, y por la mala evaluación del gobierno de turno, las posibilidades de Jeannette Jara son muy bajas.
Además, señaló que la tesis de una refundación de Chile “fue derrotada en este gobierno”. A pesar de que en su momento generó ilusión en la gente, “hoy en día se ha tornado en decepción, en frustración”. Por eso, el país sigue con la Constitución que tenía, y en cambio, lo que se busca son soluciones concretas, no ideológicas sino prácticas: “Chile quiere que la economía vuelva a mostrar dinamismo, que vuelva a generarse empleo, seguridad y progreso”. Por otro lado, añadió que el principal tema que marcará las próximas elecciones será la seguridad, por encima de lo económico.
Para finalizar, Cordero indicó que, a su criterio, el cambio de un sistema mayoritario a uno proporcional ha “aumentado el populismo y el financiamiento público de la actividad política”. Esto ha afectado la gobernabilidad y estabilidad del país, aseguró.
Para ver el programa completo, haga clic aquí.

Pastrana inició señalando la gravedad que representa que Gustavo Petro esté señalado de colaborar con el crimen y la corrupción: “Es un presidente que hizo el pacto denominado El Pacto de la Picota, en el cual fue a hablar con narcotraficantes para pedir votos. Su hijo también denuncia que en la campaña hay recursos del narcotráfico. [Además], le han quitado la visa [de Estados Unidos] y está en la lista Clinton”. Ante este contexto, está en duda si Colombia será sancionada con tarifas, aranceles al café y a las flores, lo cual afectaría a más de 500 mil familias.
Dionisio Gutiérrez inició con una reflexión sobre la crisis que vive la región: “América Latina, tierra fecunda en historia, cultura y recursos, vive años de carencias y amenazas. Somos una región que soñó con libertad, justicia y progreso, pero hoy enfrenta autocracias disfrazadas ante la mirada cansada de élites indiferentes, ciudadanos resignados y una clase política que ha hecho del poder corrupción e impunidad”.
Salinas expresó que el contexto actual sugiere un panorama complicado para el futuro próximo de la región. Sin embargo, no descarta un optimismo cauteloso: “Vemos cómo se ha desenmascarado el autoritarismo en Cuba, Nicaragua y Venezuela”.
Por su parte, Arias aseguró que América Latina necesita creer y aspirar a mejores instituciones. Sin embargo, indicó que los ciudadanos también tienen un componente de responsabilidad de lo que ocurre: “Muchas veces no se elige correctamente. Por ejemplo, en el caso venezolano ha tomado más de dos décadas darse cuenta de que estamos frente a un régimen criminal”.
Dionisio Gutiérrez inició recordando que hubo un tiempo en que Argentina fue sinónimo de prosperidad. Tierra de inmigrantes y de trabajo, de universidades admiradas y de una cultura que deslumbraba. Una nación rica, moderna, que inspiraba esperanza en América Latina. Sin embargo, la fuerza del peronismo se disfrazó de justicia social y terminó siendo una maquinaria de poder y destrucción.
Ghersi inició recordando que la construcción de la democracia y el Estado de derecho es un “proceso evolutivo”, donde siempre habrá confrontación. Sin embargo, la clave es limitar el poder a través de la ley. Si logramos esto, podremos controlar el uso del poder a pesar de caudillos de izquierdas o derechas, aseguró. Además, expresó que a pesar de la evidencia que demuestra que países con gobiernos populistas registran menor PIB per cápita, más deuda e inflación a largo plazo, las personas siguen eligiéndolos por “la magia de la palabra”. Es decir que “la gente cree más en un sueño que en la realidad”.
Dionisio Gutiérrez inició recordando que cuando un gobernante “es incompetente, corrupto y cómplice de grupos criminales, no es simplemente un mal administrador: es el sepulturero de la democracia. Es quien hace la diferencia entre vivir en un Estado de derecho o en una república secuestrada”.
Raisbeck indicó que estamos presenciando el regreso de la violencia política. En Colombia, donde él participó como candidato en elecciones en los últimos años, “se pensaba que ya se había superado esto”. Sin embargo, el asesinato de Miguel Uribe Turbay hace poco meses demuestra lo contrario, añadió. Aseguró que este fenómeno se ha dado en distintos países, como en Estados Unidos.
Dionisio Gutiérrez inició alertando sobre una amenaza que trasciende fronteras: el riesgo que enfrenta la democracia en América Latina con las próximas elecciones en Bolivia. Advirtió sobre el avance de figuras autoritarias que hoy pretenden disfrazarse de demócratas.
Bajo el contexto de las elecciones en Bolivia, y la candidatura del binomio Paz-Lara, Avendaño señaló que, a su parecer, la importancia de dicho país en la región se subestima: “[Lo que pasa en] Bolivia tiene implicaciones en la seguridad hemisférica de la región, en la dispersión o contención del crimen organizado. Es un foco central del narcotráfico y se venía potenciando de la mano del MAS”. Aseguró que la única esperanza y garantía de que Bolivia sea un aliado en la lucha contra el narcotráfico en la región es que gane Tuto Quiroga.


Rojas indicó que, para analizar el aumento de violencia política, es necesario comprender que la “democracia está en crisis”, pues pasó de ser una forma de gobierno que protege derechos a “una pelea por el poder”. Además, aseguró que el Estado se ha convertido en un “vehículo para obtener poder, ventajas económicas y privilegios”. El ejemplo más reciente de este fenómeno en la región es el asesinato de Charlie Kirk, del cual Rojas mencionó que refleja la pérdida de la capacidad de intercambiar ideas, el “derecho del otro a vivir como quiera”.
En su editorial, Dionisio Gutiérrez reflexionó sobre la trascendencia del voto y la importancia de elegir líderes capaces:
Henaro analizó la dinámica internacional y el papel de Estados Unidos frente a Venezuela:
Ghersi comentó la relación de América Latina con China y Estados Unidos: