El 2015 y la corrupción en América Latina

El 2015 y la corrupción en América Latina
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Luis Miguel es Director del Área Social de Fundación Libertad y Desarrollo, catedrático universitario y tiene una maestría en Administración Pública de Escuela de Gobierno.
25 Aug 2015

#AnálisisLatam

 

#Guatemala, México, Chile, Brasil y Panamá son cinco países latinoamericanos que en 2015 atravesaron importantes crisis políticas ocasionadas por escándalos de corrupción que involucraban a sus más altas autoridades de gobiernos.

 

 Así como estos cinco países son muy distintos entre sí, también los casos de corrupción; la forma en la que fueron o están siendo manejados; y el efecto que han tenido, ha variado según el nivel de tolerancia de los ciudadanos y la capacidad de respuesta que tienen las instituciones de los diferentes países ante los complicados casos que se han presentado.

 

 

 Considerado por muchos como un ejemplo de desarrollo en la región, en 2014 Chile ocupaba el puesto 21 de 175 países en el índice de percepción de corrupción realizado por la organización Transparencia Internacional. El puesto más alto alcanzado por un país latinoamericano.

 

68%

 

DESAPROBACIÓN DEL SEGUNDO GOBIERNO DE LA PRESIDENTA MICHELLE BACHELET

 

Sin embargo, esto podría cambiar en las próximas mediciones pues para agosto de 2015, la desaprobación del segundo gobierno de la presidenta Michelle Bachelet, a solo un año y cinco meses de haber tomado posesión ascendía a 68%, cifras similares a las que tuvo el anterior presidente Sebastián Piñera durante el punto más álgido de las protestas estudiantiles. 

 

 

Esto se debe a  una serie de escándalos de corrupción que se destaparon en 2015, en el centro de la controversia estaba un caso de tráfico de influencias que involucraba al hijo de la presidenta Bachelet y varios casos de financiamiento irregular de campañas políticas. El efecto más importante de la crisis fue la dura decisión que tomó Bachelet de destituir a casi todo su gabinete en un intento por recupera la confianza de la población.

 

Fuente: Transparencia Internacional

 

 

 El gobierno mexicano enfrenta desde finales de 2014 una polémica que alcanza al presidente Peña Nieto, a la primera dama Angélica Rivera y otros funcionarios de gobierno, por haber realizado una compra de casas a contratistas del gobierno federal. Ante estos señalamientos, el Presidente ordenó que la Secretaría de la Función Pública investigara si él o alguien de su círculo cercano habían incurrido en conflicto de intereses por la compra de estas casas.

 

 

64%

 

DESAPROBACIÓN DE GOBIERNO DE PRESIDENTE PEÑA NIETO

Esta polémica degeneró en una importante pérdida de confianza en el gobierno del presidente Peña Nieto quien para julio de 2015 alcanzó un porcentaje de desaprobación de 64%, la más baja de su gobierno.  México ocupa el puesto 103 de 175 en el índice de percepción de corrupción.

 

 

Fuente: Transparencia Internacional

 

 

 

 El escándalo de la empresa estatal Petrobras en Brasil se remonta hasta 2014, cuando un exdirector ejecutivo de la misma nombro a más de 40 políticos, entre los que se encontraban ministros, gobernadores y congresistas por su implicación en el supuesto pago de sobornos millonarios a partir de contratos y lavado de dinero. Muchos de estos casos se remontaban más de una década. 

 

71%

 

DESAPROBACIÓN DE GOBIERNO DE LA PRESIDENTA ROUSSEFF

 

Numerosos políticos y funcionarios nombrados eran miembros del Partido de los Trabajadores (PT) y de otros dos grupos que apoyan a la presidenta Dilma Rousseff. Esto y otros problemas relacionados con la corrupción que se han ventilado desde 2014, provocaron que para agosto de 2015 el nivel de desaprobación de la presidenta Rousseff alcanzara un máximo histórico de 71%. 

 

 Asimismo, una gran cantidad de ciudadanos brasileños quieren que sea impugnada y cada vez menos personas creen que llegará al final de su período.

 

 Brasil ocupa el puesto 69 de 175 países en el Índice de Percepción de Corrupción.

 

 

Fuente: Transparencia Internacional

 

 

 

 

 

 En enero de 2015 la Corte Suprema de Panamá aprobó abrir una investigación contra el expresidente Ricardo Martinelli por su supuesto involucramiento en casos de corrupción durante su gestión entre 2009 y 2014. 

 

 

Los casos por los que se le acusa son muchos, pero entre los más relevantes se encuentran espionaje a partidos y políticos de oposición; peculado y corrupción; denuncias de sobrecostos y sobornos en la contratación de obra pública; gastos excesivos en consultorías de imagen; además de otros casos relacionados a delitos internacionales.

 

Panamá ocupa el puesto 94 de 175 países en el Índice de Percepción de Corrupción.  

 

Fuente: Transparencia Internacional

 

 

 Guatemala ocupa el puesto 115 de 175 países en el Índice de Percepción de Corrupción, el quinto país peor calificado de América Latina solamente superado por Honduras, Paraguay, Haití y Venezuela.

 

 

La crisis política más grave de Guatemala de los últimos años comienza en abril del 2015 cuando la Comisión Internacional contra la Impunidad (CICIG) y el Ministerio Público (MP) destapan a la luz pública una serie de casos de corrupción que involucrarían a las más altas autoridades de gobierno como la exvicepresidenta Roxana Baldetti y el presidente Otto Pérez Molina y a una importante cantidad de personas relacionadas a partidos políticos que están participando en el proceso electoral.

 

Fuente: Transparencia Internacional

 

 Para agosto de 2015 los casos todavía se encuentran en proceso, pero la presidencia de Otto Pérez Molina pende de un hilo mientras es mencionado por su supuesta participación directa o indirecta en varios casos de corrupción y la exvicepresidenta Baldetti es ligada a proceso por los delitos de asociación ilícita, defraudación aduanera y cohecho pasivo.

 

 No es casualidad que la clase política de muchos países latinoamericanos esté enfrentando una crisis de legitimidad frente a poblaciones que parecieran ya no estar dispuestas a soportar los abusos y robos descarados de sus principales figuras políticas. Manifestaciones y otras muestras de rechazo han sido el denominador común en muchos países de la región, aunque los casos son distintos las demandas ciudadanos son siempre muy parecidas.

 

 La respuesta a los problemas de corrupción de los países latinoamericanos pareciera caer siempre en la lucha por fortalecer las instituciones y construir verdaderos Estados de Derecho.