Más de 100 mujeres

Más de 100 mujeres
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Directora de Comunicación y Prensa de la Fundación Libertad y Desarrollo. Comunicadora Social graduada de la Universidad Rafael Landívar. 
21 Nov 2018

Un número récord de mujeres servirá en el Congreso de Estados Unidos y es un ejemplo para otros países.  

 

En un año marcado por escándalos sexuales revelados en diferentes ámbitos de la cultura estadounidense, las mujeres obtuvieron más de 100 sillas en la Cámara de Representantes. Con nativas americanas, musulmanas, veteranas de las Fuerzas Armadas y jóvenes menores de 30 años, 2018 se convirtió en otro “Año de la mujer”. 

Desde aquellas luchas durante el siglo pasado para que las mujeres tuvieran derecho al voto, la diversidad de las mujeres que han llegado al Congreso de Estados Unidos, señala un cambio en la política. Es inspirador ver a tantas de ellas triunfar, donde existían escasas posibilidades de ganar; y es alentador ver a muchas tomar su lugar como “la primera” en alcanzar la representación de su distrito o en romper paradigmas sociales.

Sin necesidad de una cuota de género, la representación de las mujeres en la política se está recalibrando, como un componente esencial de la democracia. La necesidad de que las mujeres aporten sus ideas y sus voces en los gobiernos nunca había sido tan clara.  Mlambo-Ngcuka, Directora Ejecutiva de ONU Mujeres, lo describe muy bien:"Al aumentar la representación de las mujeres en la sociedad y en la vida pública, se ha elevado el perfil de luchas relacionadas a los derechos reproductivos, la atención infantil, la igualdad salarial y el permiso parental".  

Sin duda, los resultados estadounidenses son un ejemplo para nuestros países. A Guatemala todavía le falta un buen trecho para tener su propio “Año de la mujer”. Contamos con 29 mujeres en un congreso de 158 curules; y con apenas algunos destellos de verdadero liderazgo. 

Las elecciones están a la vuelta. Definitivamente los desafíos de las mujeres no terminan en las urnas, pero es un momento importante para que candidatas valientes den un paso al frente y lleven a espacios de toma de decisiones, propuestas que respondan a sus necesidades. 

El aumento en el número de mujeres en un cargo público, puede inspirar a más mujeres jóvenes a considerar la política como una carrera de servicio para Guatemala. Quienes están en posiciones de poder en el sector público y privado tienen una responsabilidad ineludible con las nuevas generaciones; deben transmitir lo que han aprendido y deben apoyar a otras mujeres para que cada día, sean más las involucradas con las decisiones políticas, económicas y sociales de su país.