Es una oportunidad para corregir el rubo
Varios países de la región tuvieron elecciones este año y la sorpresa ha sido la victoria de los candidatos de derecha. Parece que los votantes están “castigando” a la izquierda por no dar los resultados esperados.
En el caso de Bolivia, luego de veinte años de la influencia de Evo Morales, finalmente ganó un candidato de derecha, en medio de una grave crisis económica, que incluye escasez de gasolina y alimentos.
En Chile, todo parece indicar que ganará Antonio Kast el próximo 14 de diciembre, con lo cual la derecha retomará el poder, luego del fracasado gobierno de Gabriel Boric. Ese país se encuentra en un estancamiento económico y una grave crisis de seguridad.
Honduras, por su parte, le dio la espalda al partido de Xiomara Castro, quien deja el poder en medio de graves escándalos de corrupción y un creciente descontento ciudadano. Castro fue una aliada incondicional de la dictadura de Maduro en Venezuela.
Pero no debemos confundirnos. Este giro no implica que América Latina ahora siente una gran simpatía por las propuestas de derecha. Es simplemente que las personas buscan resultados ante las crisis económicas, sociales, políticas o de seguridad que enfrentan nuestros países.
Si los nuevos gobernantes de derecha no aprovechan esta oportunidad para hacer transformaciones para lograr mayor crecimiento económico, mejor seguridad y más acceso a servicios públicos, la izquierda estará de vuelta en cuatro o cinco años.
Pero, sobre todo, esta ventana de oportunidad debe aprovecharse para consolidar el Estado de Derecho y hacer los cambios institucionales que permitan contar con Estados más eficientes y una auténtica democracia liberal.
*Columna publicada originalmente en Nuestro Diario