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Demographics and the Future of the World

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En el programa de esta semana, analizamos los cambios demográficos que atraviesa el mundo.

 

Dionisio Gutiérrez comenzó reflexionando cómo, en los últimos 25 años, en tres países de Asia, uno de África y uno de América Latina, la mitad de los niños nacidos sufrió desnutrición crónica, lo que ha dejado secuelas permanentes en su desarrollo cognitivo.

Por otro lado, mencionó que, en 2045, “las minorías serán mayoría en Estados Unidos”, un cambio demográfico que refleja la transformación global en curso. Europa también experimentará una gran transformación para 2050, con la llegada de inmigrantes de diversas partes del mundo que cambiarán la composición de sus sociedades, indicó Gutiérrez.

En América Latina, a pesar del bono demográfico de jóvenes, la región sigue atrapada “en el populismo, el subdesarrollo político, la corrupción y el narcotráfico”, con gobiernos que no logran impulsar el desarrollo y el bienestar de sus naciones.

Por otro lado, Gutiérrez presentó la dualidad de los movimientos demográficos, y cómo “demográficos han reducido las diferencias globales prácticas y han pintado las ciudades de colores, pero también es cierto que están creciendo las molestias e incluso los conflictos por el rompecabezas social, étnico y cultural que se ha formado en un mundo cada día más complejo e insuficiente”.   

Para finalizar, Gutiérrez indicó que, aunque los movimientos demográficos están cambiando la geografía social, será la lucha constante de los seres humanos “por sobrevivir, y su permanente búsqueda de seguridad, oportunidades y libertad las motivaciones que le harán incluso ofrecer su vida por su futuro y el de los suyos”.

En el siguiente segmento, Dionisio Gutiérrez entrevistó a Astrid Arriaza, doctora en demografía y estadística, y a Enrique Couto, fundador de Visualpolitik, sobre los cambios demográficos que atraviesa el mundo y sus retos.

Arriaza resaltó que la migración es uno de los temas fundamentales de la demografía. Indicó que hay estudios que demuestran que “existe una disminución de la fecundidad y una disminución de la población en áreas que expulsan una gran cantidad de personas en busca de oportunidades de trabajo”. 

Además, Arriaza explicó que para países receptores con poca capacidad de controlar “dónde se distribuyen y la cantidad de migrantes, así como algunas de sus características para planificar y ejecutar políticas públicas”, genera mayor presión en los sistemas por este fenómeno en comparación con los países que tienen mayor control sobre la misma.

De manera similar, Arriaza indicó que en los países más desarrollados, que tienen una larga historia de incorporación migratoria y de implementación de políticas públicas al respecto, la integración al sistema económico y social suele representar un desafío menor. Esto se debe a que, en contraste, en aquellos países donde el flujo migratorio no era un problema hasta hace poco o no se percibía como tal, y especialmente en aquellos con sistemas que enfrentan limitaciones para implementar políticas para su propia población, el reto es considerablemente mayor.

Respecto a la disminución en las tasas de natalidad y su correlación con la generación de riqueza, Arriaza afirmó que esta tendencia comenzó en países desarrollados, pero agregó que ya es una tendencia global: “Esto ya sucede en Asia, en África, en Latinoamérica, y no existe un país en el mundo en donde no se haya mostrado un declive o una reducción de la tasa de fecundidad de la población”. Sin embargo, explicó que sí existen diferencias en la velocidad en que la natalidad se reduce en el mundo.

Por último, Arriaza comentó que, para algunos autores, la reducción en la tasa de natalidad sí es un efecto inevitable del desarrollo, especialmente, como producto del acceso a la educación: “El incremento en el acceso a educación de la población, particularmente en mujeres, tiene un efecto que reduce la tasa de fecundidad de manera natural, ya que las mujeres están inmersas dentro de una institución que les provee conocimiento que las desvincula de un rol [únicamente] reproductivo”.

Por su parte, Couto indicó que, para aprovechar sus proyecciones demográficas, América Latina tiene dos vías. Primero, aprovechar los flujos migratorios: “Pueden llevar a muchísima gente joven a las economías ricas para generar lazos comerciales, económicos y de ahorro”. Por otro lado, “las empresas, las industrias, demandarán instalarse en aquellos lugares donde va a haber gente joven, eso es una ventaja competitiva enorme”.

A pesar de que América Latina tiene la “materia prima”, tiene jóvenes en edades productivas, Couto expresó que le “faltan una serie de condiciones: educación, formación y seguridad jurídica para que las empresas nazcan, crezcan y se desarrollen”. 

Por otro lado, Couto indicó que, las proyecciones indican que, “para 2050, el 25 % de la población mundial vivirá en África y se estima que, para finales de siglo, será casi el 40 %”. Esto hará que tengamos que “adaptarnos a las nuevas realidades”. Además, mencionó que, a su criterio, esta tendencia será difícil de revertir, pues “las políticas de incentivo a la natalidad no han funcionado”.

Respecto a los retos que enfrentan los sectores productivos que dependen de una población joven y si la migración desde países con menores oportunidades hacia países más desarrollados es una solución, Couto explicó que podría ser más fácil entre países que comparten similitudes culturales. Por ejemplo, “los lazos que unen a América Latina y España lo hacen mucho más fácil, como también lo es entre América Latina y Estados Unidos, pero en el resto del mundo es complicado”. También expuso el ejemplo de Dinamarca, donde se ha encontrado que, “la población migrante que llega de países mucho más pobres no alcanza niveles de productividad capaces de generar riqueza”.

Para finalizar, Couto resaltó que la forma de mitigar el desafío demográfico en países desarrollados será la automatización.

 

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Are We a World Full of Ignorant People?

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En el programa de esta semana, analizamos la falta de pensamiento crítico en un mundo sobre informado.

 

Dionisio Gutiérrez comenzó planteando la pregunta: “¿cuántas de las decisiones que toma cada día están basadas en emociones o impulsos? ¿Dónde quedan el análisis racional o la justificación económica?” Señaló que, en un mundo con fácil acceso a la información, a menudo falsa o cuestionable, es común que grupos e intereses intenten manipularnos para influir en nuestras decisiones.

Como consecuencia de la sobreinformación y su manipulación, la ignorancia, un “rasgo común en la naturaleza humana, que ha sido siempre un virus presente en la historia de las naciones, se ha convertido en epidemia en el mundo de hoy”. Vencer esta situación es complejo, pues “lo fácil es creer lo que nos cuentan o hacer lo mismo que hacen los demás”.

Además, Gutiérrez destacó que otra amenaza son las burbujas generadas por las redes sociales: “En cada una, se consume y se cree la misma información que, por lo general, es distinta en cada burbuja y casi ninguna pasa los filtros de la verdad o la objetividad. Lo grave es que así se refuerzan la desinformación y la mentira, que cada día se cuestionan menos y, por eso, se refuerzan el fracaso, la derrota y la decepción”.

Por esta razón, subrayó la importancia de recordar que “la información no siempre conduce a la verdad. El poder no es sinónimo de sabiduría, ni da la razón, y mucho menos es dueño de la verdad. Por eso, la importancia de cuestionar, de dudar y desarrollar un pensamiento crítico”. Gutiérrez recordó cómo la manipulación de la información y del discurso ha causado daño y destrucción en la historia, como en el caso del nazismo y el estalinismo, y cómo el daño sigue siendo provocado por “distintas versiones del populismo autoritario, que son más de lo mismo con empaque distinto”.   

Para concluir, Gutiérrez hizo un llamado a recordar que “la libertad política y la libertad económica son inseparables, y que un sistema judicial independiente y eficiente garantizan nuestros derechos”, instando a no caer en la sumisión ni en la esclavitud.

En el siguiente segmento, Dionisio Gutiérrez entrevistó a Nelson Rauda, periodista y editor de contenido digital, y a Juan Ignacio Ardón, psicólogo clínico y catedrático universitario, sobre la indiferencia en las sociedades actuales y el impacto social de la desinformación. 

Rauda explicó que la razón por la cual vivimos en sociedad divididas en burbujas de información se debe a que esta se “prioriza para retener a la gente la mayor cantidad de tiempo posible”. Al haber un alto flujo de información, dijo, el intercambio comunicativo se complica.

Sobre por qué prevalecen los movimientos populistas y cómo sus discursos se propagan a través de las redes sociales, Rauda señaló que considera que “la gente ve a los populismos como más efectivos”. En el caso específico de El Salvador, subrayó que este fenómeno se ha dado, pero a largo plazo terminará “dañando a los salvadoreños”. 

Por otro lado, Rauda destacó que “cada vez es más difícil distinguir qué es verdad y qué es mentira”, y que los chismes y las mentiras se propagan con mayor facilidad. A esto agregó que,por esta razón, es más fácil hacer “los titulares más cortos, frases más cortas, que explicar lo que [realmente] pasa en el mundo”. También mencionó que es responsabilidad de los periodistas “hacer que lo importante sea interesante” y, sobre todo, informar correctamente a la población.

Para finalizar, Rauda enfatizó que enfrentar la desinformación y la mentira es “una responsabilidad individual”. Es necesario “tratar de cuestionar todo, de ejercer mentalidad crítica y tener escepticismo con todo lo que vemos en redes sociales”.

Por su parte, Ardón explicó que el consumo de contenido negativo, falso y manipulador tiene un efecto emocional en las personas: “No nos permite hacer buenos razonamientos, juicios correctos. Nos pone en una situación alejada del conocimiento y más apegada a riñas entre personas, entre opiniones. Por ende, nos lleva a aspectos mucho más emocionales y más aptos para dividirnos y más apto para manipulaciones que nos dividen entre buenos y malos”.

Respecto a los efectos de la ansiedad y la incertidumbre sobre el futuro, y cómo estas nos predisponen a aceptar soluciones fáciles y radicales, como las propuestas por los populistas y autoritarios, Ardón señaló que, en términos psicológicos, esto se debe a la falta de autoestima y la susceptibilidad a ser influenciado: “El populismo, por ejemplo, genera dos condiciones psicológicas. Primero, una connotación de evasión, me permite evadir la realidad, la cual creo que no puedo lidiar con ella. Segundo, genera una connotación de salvación, en donde otros van a hacer el trabajo por mí”.

Además, Ardón destacó que es fundamental promover el pensamiento crítico desde la infancia para evitar caer en manipulaciones. Este tipo de pensamiento implica entender que “toda la verdad debe ser probable, que se debe revisar la calidad de la evidencia, que una autoridad no necesariamente dice la verdad y, por último, que requiere de un esfuerzo individual y una mente activa para distinguir entre lo que es correcto y lo que no”.

Por último, Ardón señaló que los altos niveles de estrés y la crisis que esto genera en las personas tienen una incidencia directa en la atracción que genera el populismo, así como en las salidas radicales y violentas. Aseguró que tanto la sensación de malestar como la falta de juicio propician el populismo, que “es a la política lo que la comida rápida es a la alimentación: una respuesta rápida, que requiere poco esfuerzo y que genera la fantasía de que va a resolver el problema”.

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65 years of loneliness

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En el programa de esta semana, analizamos la dictadura cubana.

 

Dionisio Gutiérrez comenzó resaltando los 65 años de la dictadura cubana, “la más larga en la historia de América Latina”, y se preguntó cómo es posible que un grupo “se roben un país e impongan, con fusil en mano, una dictadura en la que quien desobedece o reclama, es encerrado en jaulas, es asesinado o forzado a emigrar”.

Gutiérrez destacó que la tiranía cubana no solo es una amenaza para quienes habitan en la isla, sino también para el Occidente libre: “desde La Habana se conspira y se sabotean las débiles democracias latinoamericanas”. Además, señaló que no debemos olvidar a los políticos latinoamericanos que son cómplices y facilitadores de “la sucia, tiránica y sanguinaria dictadura cubana”, como “Zapatero, Lula, AMLO, Evo Morales, Correa y Petro”. 

La respuesta del mundo libre es nula, ante lo cual debemos preguntarnos: “¿Van Nicaragua y Venezuela por el mismo camino? ¿Cuándo verán los pueblos cubano, nica y venezolano la luz de la libertad? ¿Se puede repetir alguna variante de ese modelo autoritario, antidemocrático y represivo en otros países del continente? ¿Qué países están en riesgo?”. Gutiérrez finalizó recordando que, si bien “libertad es el regalo más grande que nos dieron los cielos”, esta no se cuida sola. 

En el siguiente segmento, Dionisio Gutiérrez entrevistó a Juan Claudio Lechín, economista y escritor, y a Magdiel Jorge Castro, periodista y activista de derechos humanos, sobre la dictadura en Cuba. 

Lechín considera que el mundo libre se ha olvidado de Cuba, en parte debido a la propaganda marxista que ha permeado en “los sectores académicos y artísticos”, los cuales han logrado “construir no solo una narrativa, sino una cosmovisión” en torno a las ideas comunistas.

Cuba atraviesa un momento de debilidad sin precedentes. Hay una crisis energética, huracanes y terremotos, con consecuencias humanitarias devastadoras. ¿Podría este ser un momento de esperanza para los cubanos, en el que la tiranía tenga los días contados? Para Lechín, esto es poco probable, pues considera que son tácticas utilizadas por la dictadura para reprimir al pueblo. Por ejemplo, destacó que los apagones son “un viejo recurso que se usa desde los años sesenta para hostigar y estresar al pueblo cubano y, finalmente, dominarlo u obligarlo a que se vaya”. Explicó que, al salir de la isla hacia Estados Unidos, el régimen se mantiene a través de las remesas que envían. 

En cuanto a si existen luchas y conflictos de poder dentro del régimen castrista, Lechín afirmó que, sin duda, los hay. Destacó que el régimen es “una estructura militar” y que “quienes manejan Cuba son las Fuerzas Armadas”. Por lo tanto, “tienen que haber problemas internos, porque el ser humano busca el poder”.

Sobre la influencia de Cuba en la región latinoamericana, Lechín señaló que se manifiesta a través del socialismo del siglo XXI. “Cambian al guerrillero heroico de las guerrillas de los años sesenta por el abogado y el movimiento social. En lugar de tomar el poder por vía de la violencia, la guerra santa revolucionaria la toman por vía de la democracia”.

Por su parte, Castro comenzó contextualizando la situación actual de Cuba: “La situación es crítica, porque en la crisis económica no ha habido un tiempo donde hay abundancia. También hay una crisis energética agravada con una falta de combustible total”.

Para Castro, el olvido de Cuba por parte del mundo se debe, en parte, al “romanticismo, casi siempre, de un sector afiliado a la izquierda, que ve en Cuba un depositario de sus frustraciones, de esa revolución que vino a romper un modelo que detestan. Pero la realidad, contada por los exiliados, es que no funciona y que ha sumido a mi país en el caos y en la crisis humanitaria más grande, junto a Venezuela, que tiene América Latina”.

Respecto a la doble moral de quienes critican los excesos de los gobiernos democráticos de derecha, pero no lo hacen con Cuba, Castro destacó que es una contradicción, pues en “Cuba no podrían hacer uso de esos derechos que tanto utilizan en América Latina; estarían todos presos”. También expresó no entender la doble vara de la izquierda en la región, que “no quiere para los cubanos los derechos que ellos disfrutan en las democracias liberales, que pueden ser muy imperfectas, pero en la que gozan de derechos políticos, como los vemos todos los días en América Latina, manifestándose libremente en las calles”. 

Por otro lado, Castro considera que ha habido un cambio en la actitud de los cubanos. A pesar de que “Cuba está bajo un estado totalitario de corte estalinista, donde la protesta social es prácticamente un suicidio desde el punto de vista social y político”, ver a los cubanos protestando ofrece esperanza, señaló.

Para finalizar, indicó que se estima que hay alrededor de 1,102 presos políticos en Cuba, “sometidos en condiciones muy críticas”.

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Living Together, Respectfully, in Freedom

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En el programa de esta semana, analizamos el proceso de desglobalización que atraviesa el mundo y sus implicaciones.

 

Dionisio Gutiérrez comenzó reflexionando sobre la interconectividad del mundo y los factores comunes que compartimos como humanidad: las necesidades, los sueños y las ambiciones. A pesar de los conflictos y los ciclos de retrocesos, subrayó que estamos cada vez “más comunicados, mezclados y relacionados”.

Sin embargo, señaló que hoy nos enfrentamos a un ciclo de desglobalización, caracterizado por la reducción del comercio mundial y el proteccionismo económico, lo cual, advirtió, “trae peligros graves a corto plazo”. No obstante, Gutiérrez afirmó que este ciclo, al igual que los anteriores, pasará, y que los verdaderos desafíos del mundo actual radican en “la degradación política” y en cómo el mundo “se hace cada vez más ingobernable”.

Para concluir, Gutiérrez recordó que “lo primordial, lo fundamental, el origen de la creación, es el individuo, su libertad individual y la responsabilidad” con la que la ejerce. Por ello, subrayó la importancia de aprender a “vivir juntos los distintos, con respeto, en libertad”, ya que es esto lo que permite construir especies duraderas y civilizaciones exitosas.

En el siguiente segmento, Dionisio Gutiérrez entrevistó a Héctor Schamis, economista y profesor universitario, y a Eduardo Fernández, doctor en ciencia política y profesor universitario, sobre el retroceso y desglobalización que atraviesa el mundo.

La desglobalización tiene distintas implicaciones, y una de ellas es el conflicto internacional. Schamis expuso que algunos analistas consideran que estamos ante la Tercera Guerra Mundial, “no solo por las múltiples guerras”, sino por la guerra en Ucrania, la cual es “sistémica”. Recordó que las guerras mundiales se han librado en Europa y que esta guerra en particular puede escalar fácilmente. Por ejemplo, mencionó la presencia de “armas y combatientes norcoreanos en Rusia” y señaló que, de ingresar a Ucrania, el presidente Biden ha dado “libertad para el uso de armas americanas, que hasta ahora no lo ha tenido”.

En el ámbito económico, Schamis expresó que la desglobalización “estanca la transmisión del conocimiento y, por lo tanto, estanca el crecimiento económico”. En su opinión, la globalización, al ser un fenómeno de carácter mundial, hace que ningún país tenga “la capacidad por sí mismo de detenerlo”.

Respecto a si China podría liderar un nuevo proceso de globalización, Schamis indicó que las tendencias apuntan hacia el unilateralismo, “en cuyo caso va a sufrir el espacio multilateral que es esencial para regular el comercio internacional”, impactando el crecimiento del mismo.

En el caso de América Latina, Schamis considera que el problema económico está más afectado por el “deterioro institucional, de las normas”, que por la desglobalización en sí. Si bien es cierto que “el crecimiento económico va de la mano de la globalización”, también es cierto que “la globalización va de la mano de instituciones que generen credibilidad y que reduzcan el riesgo del inversor”. En el caso de la región, no se ha “reducido el riesgo del inversor” por no contar con “instituciones robustas”, indicó.

Por último, respecto a la migración y los movimientos políticos en contra, Schamis subrayó que el “problema fundamental es que la globalización implica movilidad de recursos económicos, de bienes y servicios, de empleo, y el sistema internacional no tiene instituciones para enfrentar esta tendencia masiva” de migración. 

Por su parte, Fernández considera que estamos ante un proceso de desglobalización y que “son varias las tensiones que están afectando este proceso”. Por ejemplo, destaca el aumento del nacionalismo y el creciente proteccionismo económico”, los cuales forman parte de “la narrativa de actores políticos”. De este modo, se “están construyendo muros que impiden que la globalización avance de forma natural”, señaló.

En cuanto a las dimensiones de la globalización —el ámbito político internacional y el mercado— y en cuál de estas se ha sustentado, Fernández destacó que ambas están interrelacionadas bajo un mismo principio: "el intercambio global entre países".

Por otro lado, existe un debate político sobre la soberanía en el contexto de la desglobalización, un debate que, según Fernández, es erróneo. “Estamos mezclando temas, y eso suele ser gravísimo, porque al final, apelando a la soberanía, lo que estamos impidiendo es el desarrollo de acuerdos libres y voluntarios de naturaleza comercial entre personas que viven en distintos países”. Como consecuencia, habrá “menos oportunidades para todos”, advirtió.

Asimismo, se planteó que la desglobalización podría ser, en realidad, un problema más político que económico, con lo que Fernández está de acuerdo. A su juicio, este fenómeno se origina por “la incapacidad de las élites para lograr acuerdos y armonizar las relaciones entre distintos actores y países”. En este sentido, Fernández subraya que "la batalla de las ideas" es clave.

Finalmente, se planteó la premisa de que, al ser la globalización un fenómeno de interconexión, tiene un efecto pacificador en el sistema internacional. Al estar ante su retroceso, ¿podemos anticipar un aumento de los conflictos entre países? Fernández afirmó que "si dejamos de comerciar, las probabilidades de que surjan más conflictos de los que ya sufrimos aumentan".

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Argentina: How Is a Country Rescued?

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En el programa de esta semana, analizamos los ajustes económicos implementados en Argentina durante el primer año de gobierno de Javier Milei.

Dionisio Gutiérrez comenzó haciendo una serie de preguntas sobre las condiciones que permiten que una nación sea exitosa, mientras que otras fracasan; qué papel juegan los gobernantes en este proceso y si el nivel de participación cívica está relacionado con la calidad de los gobernantes. 

Expresó que “las respuestas a estas preguntas son más fáciles” de lo que creemos, pero que “lo difícil es convertir las respuestas en hechos, obras y resultados positivos para la gente”. 

Gutiérrez también indicó que “los países fracasan cuando están mal gobernados, cuando sus élites están distraídas y en sus burbujas, y cuando los ciudadanos dejan de ser ciudadanos”. Afirmó que fracasan “cuando no hay libertad económica, cuando no se respeta la propiedad y la certeza jurídica es inexistente; cuando gastan más de lo que ingresan, se endeudan y viven del déficit y la inflación, hasta que quiebran; y la soberbia y la corrupción toman control del Estado”. 

En este sentido, Argentina, después de 50 años de peronismo y gobernantes populistas, y tras haber sido uno de los países más ricos del mundo, es un claro ejemplo de este proceso. Actualmente, está “hundida en la quiebra moral y política, con más de la mitad de su gente forzada a la pobreza y su economía destrozada”. Sin embargo, para suerte de todos, “nunca es tarde cuando se debe rescatar, restituir y ordenar. En ello está la Argentina de Milei”, señaló Gutiérrez.

Para finalizar, Gutiérrez subrayó que, para América Latina, es crucial que Javier Milei tenga éxito en Argentina: “Si América Latina quiere encontrar la senda del desarrollo y la prosperidad, debe aprender a creer en la libertad, en el mercado, en el orden fiscal, en el trabajo, en la propiedad, en la división de poderes; debe aprender a creer en el poder del ciudadano en libertad”.

En el siguiente segmento, Dionisio Gutiérrez entrevistó a Aldo Abram, director ejecutivo de la Fundación Libertad y Progreso, y a Adrián Ravier, doctor en economía, sobre las reformas económicas de Milei en su primer año de gobierno.

Abram destacó que, en este primer año, el presidente Milei ha logrado varios avances. En primer lugar, señaló que la sociedad ahora entiende que gastar por encima de los ingresos no es sostenible para el Estado. Además, mencionó que “ha logrado igualar los ingresos con los gastos, y que la deuda pública total en dólares baje. Es decir, ha logrado ordenar las cuentas públicas y una mejora de la solvencia” del país.

Sobre la caída temporal de la actividad económica y el aumento de la pobreza, como consecuencia de las reformas implementadas, y si estos factores ponen en riesgo el proyecto de rescate económico de Milei, Abram considera que no están en peligro. Aseguró que la recesión comenzó durante la gestión anterior, cuando “la gente dejó de consumir e invertir, no es por el ajuste de las cuentas públicas”.

Por otro lado, Abram destacó que Milei ha logrado aprobar reformas clave a pesar de contar con una minoría en el Senado y en la Cámara de Diputados, lo que refleja el costo político de no hacerlo: “La mayoría de los argentinos votó por Javier Milei; pusieron su esperanza en [él] y están dispuesto a aguantar los costos, porque siguen depositando su esperanza en Milei”. Además, señaló que “una parte de esa oposición propuso lo mismo que Milei”. 

Por su parte, Ravier contextualizó la situación en Argentina tras décadas de populismo: “Pasamos a ser una economía con altos niveles de pobreza, más del 50 %, y niveles de indigencia muy altos, casi del 20 %. Era un país que no crecía, con una inflación del 211 % en 2023”. Luego, destacó las medidas implementadas en Argentina para rescatar la economía, mencionando el equilibrio fiscal, el tema monetario y, finalmente, la tasa de cambio respecto al dólar estadounidense.

En relación con el aumento de la pobreza en 11 puntos porcentuales en 2024, Ravier explicó que esto es una consecuencia de las medidas adoptadas, como la devaluación del 118 % del tipo de cambio. Esto provocó un aumento “en la pobreza en el primer trimestre de 2024”, señaló. Sin embargo, indicó que, a partir del segundo trimestre, tanto la pobreza como la indigencia han comenzado a disminuir, y se espera que, para 2025, tanto la pobreza, como la indigencia, la inflación y el gasto público sigan en descenso.

Para finalizar, Ravier expresó su opinión sobre la viabilidad del plan de dolarización en Argentina, señalando que, a su juicio, sí es factible. Añadió que uno de los objetivos de la dolarización sería blindar la emisión de moneda en caso de que “el populismo vuelve al poder en Argentina” y utilice el Banco Central para financiar el gasto público.

 

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Venezuela, 3 Months Later

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En el programa de esta semana, analizamos las proyecciones del cambio de poder previsto para el 10 de enero de 2025 en Venezuela, en medio de un régimen autoritario.

Dionisio Gutiérrez comenzó recordando el fraude del 28 de julio en Venezuela: “Hace tres meses, ante la mirada indiferente del mundo, se ejecutó, una vez más, el secuestro de la nación venezolana”. Señaló que, para los venezolanos, este día fue tanto histórico como esperanzador, ya que derrocaron a la narco dictadura de Nicolás Maduro. Sin embargo, “a los criminales que la encabezan no les importó dar un golpe de Estado a la soberanía del pueblo venezolano”. 

Subrayó la decepción, vergüenza y peligro de que “al mundo libre le importe poco que Venezuela se consolide como una base de drogas, violencia, corrupción y terrorismo, apadrinada y protegida por el eje del mal que forman China, Rusia e Irán”. Al permitir este atropello, se consolida una “amenaza para las débiles democracias de América Latina” con el apoyo y los pasos que siguen Colombia y México.

Gutiérrez también reflexionó sobre el drama que vive el pueblo venezolano: el exilio, la pobreza, el abandono. “Su casa, su futuro, su destino, su país, su democracia, su libertad, su vida han sido violentadas”, afirmó. No obstante, destacó que la lucha por la libertad debe continuar, y que los venezolanos siguen adelante a pesar de toda adversidad. Además, indicó que, si las fuerzas armadas “escogen seguir de cómplices de una narcotiranía, es al mundo libre al que le corresponde dar un paso al frente y decir presente”.

Finalmente, Gutiérrez enfatizó que, como ciudadanos libres, debemos hacer todo lo posible para luchar por la libertad de Venezuela.

En el siguiente segmento, Dionisio Gutiérrez entrevistó a John Polga, profesor de política comparada en la Academia Naval de EE.UU., y a Orlando Avendaño, periodista, columnista y escritor venezolano, sobre la situación política en Venezuela y las posibilidades de que Edmundo González tome posesión el 10 de enero de 2025.

Polga señaló que, ante la crisis política y el fraude electoral en Venezuela, democratizar el régimen es una tarea complicada que “requiere la ayuda de toda la comunidad internacional y de países en la región como Brasil y Colombia, Estados Unidos, de la Unión Europea y también de la presión interna en Venezuela”. Lamentablemente, el mundo está distraído con otros problemas en Medio Oriente y Ucrania, agregó.

Ante la posibilidad de que Maduro usurpe el poder nuevamente el 10 de enero de 2025, y considerando la probabilidad de que la comunidad internacional lleve a cabo una operación especial para capturarlo, Polga expresó que la orden de captura internacional que tiene Maduro es una forma de ejercer presión para limitar su movimiento. Sin embargo, en su opinión, “la probabilidad de una intervención militar es bajísima”.

Además, destacó que Maduro se mantiene en el poder porque “cuenta con el apoyo del alto mando militar, con el apoyo de un círculo íntimo de civiles y también el apoyo de las instituciones del Estado”. Polga subrayó que, para lograr un cambio, se necesitan “oficiales valientes que estén dispuestos a sacrificarse y sacrificar su poder para salvar al pueblo venezolano”. 

Por último, Polga considera que las consecuencias para la democracia y la libertad en América Latina, si la narcotiranía de Caracas se impone, serán graves: “Ofrece una lección para toda la región y para todo el mundo de que el mundo está bien con las dictaduras. Que no hay consecuencias y, definitivamente, significa un debilitamiento de la seguridad regional. Mayor migración y posiblemente mayor crimen organizado”.

Por su parte, Avendaño indicó que, en el ambiente dentro de las fuerzas armadas de Venezuela, hay una persecución “sin precedentes”. Señaló que la estrategia de María Corina Machado “ha provocado una crisis de legitimidad y de gobernabilidad internas del chavismo, que en cualquier momento pueden provocar el desmoronamiento del sistema”. A su parecer, el Ejército no está dividido; más bien, “la mayoría desprecia al régimen”. Como ejemplo, mencionó que “en los centros electorales donde votaba la Fuerza Armada, Edmundo González ganó en la misma proporción que fuera”. 

Respecto al aumento de la represión y los crímenes cometidos por el régimen, Avendaño enfatizó que estos niveles de violencia se deben a que, para ellos, “la retención del poder es una cuestión existencial y van a transgredir todos los límites posibles para retener ese poder”. Sin embargo, considera que el hecho de que, 25 años después de que la tiranía se instauró, y a pesar de épocas violentas, los venezolanos no se hayan sometido al sistema, es significativo.

Por otro lado, advirtió que, si Edmundo González no asume la presidencia legítima el 10 de enero de 2025, “Venezuela va a entrar en una etapa de aislamiento internacional, como nunca había visto, y de repudio, que implique presión financiera y no solamente diplomática. Si Maduro se logra imponer, vamos a ver crisis migratorias nuevamente”.

Para finalizar, Avendaño expresó que el exilio “puede hacer mucho, sobre todo denunciar”. Desde una perspectiva cívica, debe apoyar a ser la voz de quienes aún están en el país, aunque señaló que los empresarios en el exilio podrían hacer mucho más.

 

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Fundamental Freedom in Danger

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En el programa de esta semana, analizamos las amenazas que ponen en jaque la libertad de expresión.

 

Dionisio Gutiérrez comenzó situándose en un contexto marcado por la “degradación moral, mediocridad cultural y contaminación criminal en la política”, subrayando la necesidad de “rescatar los valores liberales y republicanos” en nuestras instituciones. La democracia, la ley y la libertad, "conquistas pasadas en vías de extinción", deben revalorizarse a través de una educación renovada, libre de "ideas fracasadas y demagogia emocional".

Además, enfatizó que nuestro deber como ciudadanos, especialmente el de las élites, es participar activamente en la vida cívica “con firmeza para defender y promover los valores de la democracia, la justicia y la libertad”. Esto es particularmente relevante ante el aumento del autoritarismo en el mundo y el peligro de las mentiras “manejadas por autócratas y tiranos, que están liquidando la libertad de expresión”, así como por “los mercenarios de las redes sociales”.

Gutiérrez señaló que las dinámicas destructivas actuales han creado un ambiente de autocensura y persecución hacia quienes denuncian la corrupción. Por quienes buscan silencio e impunidad, los gobiernos a menudo se entrelazan con el crimen organizado, lo que pone en grave peligro la libertad de expresión.

Asimismo, hizo un llamado a los ciudadanos del mundo para que, a través del “pensamiento crítico, y con capacidad de diferenciar la verdad de la mentira”, se unan en la defensa de la libertad de expresión, “que no es una generosa concesión que los políticos de turno dan al ciudadano, sino un derecho humano indiscutible y determinante para la democracia”. 

Para finalizar, Gutiérrez recordó que “en política, la razón y la sensatez, no la emoción y la pasión, son la clave para construir democracias de instituciones funcionales”, y que es indispensable contar con “ciudadanos bien informados, conscientes de sus derechos y dispuestos a defenderlos para garantizar su libertad”.

En el siguiente segmento, Dionisio Gutiérrez entrevistó a Ian Vásquez, vicepresidente de Estudios Internacionales de Cato Institute, y a Manuel Llamas, director ejecutivo del Instituto Juan de Mariana, sobre la libertad de expresión, las amenazas que enfrenta y la importancia de rescatarla.

Vásquez señaló que, en los últimos 15 a 20 años, hemos experimentado una “recesión de la libertad de expresión alrededor del mundo”, tanto en “países ricos como no ricos, en países democráticos y no democráticos”. La raíz de este fenómeno, expresó, es el auge de diferentes i-liberalismos, “ya sea populismo autoritario o nacionalismos”.

Respecto a las propuestas para legislar lo que se publica o expresa, y se considera desinformación o discurso de odio, enfatizó que esto constituye “una clara amenaza a la libertad de expresión”, ya que resulta complicado establecer estándares sobre qué se considera desinformación. Sin embargo, destacó que esta es una tendencia creciente, incluso en Estados Unidos, “donde ambos partidos quieren regular las plataformas”.

Además, indicó que las tendencias hacia la regulación del contenido promueven la autocensura, ya que hacen que “empresas, y medios cambien su actitud y conducta para no ofender y evitar regulaciones”. En el caso específico de América Latina, Vásquez considera que la mayor amenaza a la libertad de expresión proviene del sistema judicial, que se utiliza para “callar y para censurar” a los opositores.

Respecto a cómo proteger a quienes denuncian a políticos corruptos, gobiernos autoritarios y mafias, Vásquez señaló que este es un problema en mayor medida en América Latina y debe abordarse desde la raíz: “El fondo del problema está en otra parte, y es que se ha creado un mercado ilegal enorme de drogas. Sería mucho mejor tratar ese problema como un problema social y no criminal. Con eso se eliminaría buena parte del problema, incluso de libertad de expresión.” 

Por su parte, Llamas expresó que la desinformación es un mal menor con la censura y el control de la expresión: “los gobiernos y los políticos son “la principal máquina de bulos y desinformación. Dejar en sus manos el control de la información es la gran amenaza”

Además, indicó que, mientras se tengamos mayor acceso a la información, tendremos más “capacidad de recibir información veraz”. Es el ciudadano quien debe “desarrollar un pensamiento crítico, y ser desconfiado frente a los políticos y frente a los populistas que prometen utopías basadas en el control estatal”

Un claro ejemplo de la manipulación de la información son los centros de producción de mentiras que operan en países como China y Rusia. Llamas subrayó que este fenómeno nos sitúa en una guerra asimétrica, “donde potencias gobernadas por tiranos y dictadores pretenden desestabilizar a las democracias libres y a las economías de mercado de forma soterrada, en forma de manipulación, en forma de ‘fake news’”.

Por último, Llamas manifestó que la censura es inaceptable, ya que pone en “riesgo nuestras libertades y derechos más básicos”. Sin embargo, mencionó que los únicos límites a la libertad de expresión son los “delitos catalogados en la mayoría de los códigos penales de las democracias occidentales. Es decir, la injuria y la calumnia”. No obstante, también enfatizó que esto ya se regula dentro de las constituciones liberales, lo que hace que las censuras que se intentan imponer ahora bajo “la excusa de combatir la desinformación”, ya que son formas en que “los gobiernos pretenden ponernos una mordaza en la boca para imponer su relato y su pensamiento”.

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20 global conflicts: Do they threaten our existence?

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En el programa de esta semana, analizamos los conflictos globales que marcan la actualidad.

Dionisio Gutiérrez comenzó haciendo un recorrido por los conflictos que han impactado el siglo XXI, desde el 9/11 hasta el reciente ataque terrorista a Israel. Ante este escenario, plantea lo difícil que es creer que esa es nuestra realidad: “Cuando creímos haber llegado al siglo XXI con las ideas claras sobre cómo se alcanza el desarrollo, con los milagros tecnológicos y con la democracia y la libertad como métodos probados para seguir avanzando; cuando creímos que el siglo XXI sería una era de evolución y prosperidad.”

Subrayó, además, los acontecimientos más recientes que ponen en peligro el futuro democrático de la región: “Desde hace tres meses, estamos viendo los atropellos impunes de la criminal narco-dictadura en Caracas. Este crimen, sumado a la populista y autoritaria reforma al sistema de justicia en México.” 

Gutiérrez también señaló otros acontecimientos que debemos observar de cerca: “A este tenebroso inventario se suman el clima, una elección en Estados Unidos, el avance del narcotráfico y la corrupción, y, para cerrar con broche de oro, la insuficiente economía global.”  

Finalmente, reflexionó sobre la situación del mundo actual: “Cuando creímos que el siglo XXI sería como el pan con mantequilla, nos encontramos con un mundo que está a punto de explotar. Este no es un momento geopolítico ordinario.” Así, instó a las naciones a tomar conciencia del peligro que enfrentamos: “Este es uno de esos momentos en los que, en cada nación, hace falta que surjan los líderes capaces y honorables: los próceres, los fundadores; los que saben que la verdad, la justicia, la paz, la democracia y la libertad son los únicos valores que garantizan la continuidad de la especie humana.”

En el siguiente segmento, Dionisio Gutiérrez entrevistó a Pedro Trujillo, doctor en ciencia política y gobierno, y a Stephanie Henaro, internacionalista con maestría en geopolítica, territorio y seguridad, sobre los conflictos globales y en América Latina.

Trujillo destacó que el contexto actual es el más similar al de la Segunda Guerra Mundial que hemos visto en años. Asimismo, señaló que estamos en una nueva Guerra Fría, pero a diferencia de la del siglo pasado, donde prevalecía la geopolítica de poder duro, “ahora, estamos en una geoeconomía de poder blando, donde el control de los países es a través del dinero.”  

En cuanto a las próximas elecciones en Estados Unidos y su impacto global, Trujillo mencionó que, de ganar el candidato republicano, podríamos esperar impredecibilidad, lo cual es política “es un riesgo alto.” En contraste, la candidata demócrata es “más predecible, pero con un sesgo ideológico más a la izquierda de lo que suele ser el Partido Demócrata.” Por lo tanto, concluyó que en estas elecciones “está en juego del liderazgo de Estados Unidos, la paz internacional y las organizaciones internacionales, en especial las de seguridad.” 

Finalmente, sobre la fragmentación de Europa en su apoyo al conflicto Israel-Palestina y los efectos de una posible división occidental en el contexto de un conflicto global, Trujillo enfatizó que esta situación nos sitúa en un escenario de pre guerra: “Europa no quiere gastar en seguridad y defensa. Estados Unidos lo hace según la postura ideológica. Esa división es lo peor que le puede ocurrir a Occidente para confrontar estos riesgos.”

Por su parte, Henaro mencionó que vivimos en un mundo multipolar, donde los conflictos fuera del continente americano repercuten en este: “En el norte, Estados Unidos es la potencia dominante, pero en el sur China lo es, tiene más poder político y económico.” Añadió que los intereses del eje chino-ruso-iraní en América Latina son “objetivos geoestratégicos.” Por ejemplo, “Venezuela tiene reservas de petróleo, oro y uranio importantísimas. México es el vecino de Estados Unidos y puede desestabilizarlo. Cuba es una isla importante por el golfo de México y el Atlántico.”

En un contexto donde el autoritarismo está en aumento, Henaro afirmó que América Latina “va hacia dónde va el mundo.” Para ilustrar esta tendencia, mencionó que en el “último Índice Democrático de The Economist, el 68 % de la población mundial no vive en democracia, viven bajo dictadura y esto no es excepción en América Latina.” Además, subrayó que la región cuenta con un alto capital político para instaurar estos regímenes: la pobreza. Ante esta situación, “llegan gobiernos populistas que hacen un Estado más grande, al individuo más pequeño y se adueñan del poder quitando los contrapesos.”

Respecto a la inefectividad de los organismos internacionales para frenar los conflictos actuales, Henaro expresó que están atravesando una crisis: “Las instituciones internacionales nacieron después de la Segunda Guerra Mundial y respondían a esas necesidades. Ahora, han quedado rebajadas a un club de debate porque lo que dicen no se lleva a la acción. Es momento de replantear nuevas instituciones que puedan procurar la paz.”

Para terminar, Henaro indicó que el conflicto más importante en la actualidad es el de Rusia-Ucrania, debido a factores geográficos y climáticos que benefician a Rusia y su conectividad marítima, lo que altera la “relación de fuerzas.” Además, destacó que “China ahora controla a Rusia” lo que impulsa a China hacía un poderío internacional y a un “cambio de valores que ya no serán globales, sino regionales.”

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Legends and Conquests

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En el programa de esta semana, analizamos la leyenda negra y las oportunidades y retos de Hispanoamérica.  

Dionisio Gutiérrez comenzó recordando el grito de tierra del 12 de octubre de 1492: “Gracias a la llegada de los españoles, América Latina pasó a formar parte de la cultura occidental y a ser heredera de Grecia, Roma, el Renacimiento, los derechos humanos y los valores de la libertad.”

Expresó que, “quienes acusan que aquel evento histórico trajo consecuencias trágicas olvidan que también dio lugar al mestizaje cultural, que hoy define nuestra identidad y nos hace beneficiarios de una cultura extraordinaria.”

Además, Gutiérrez señaló que hay personas malintencionadas que utilizan la conquista para promover agendas “retorcidas, autoritarias y populistas”, que buscan “excusas para el conflicto y la vuelta al pasado, en lugar de construir nuestro futuro desde la importancia de la Hispanidad y el legado cultural compartido por España y América Latina.”

Por otro lado, subrayó que debemos reconocer que la historia de la humanidad está marcada por “invasiones, atrocidades y conquistas.” A partir de esta aceptación, las naciones “aprendieron de su historia, evolucionaron y construyeron su futuro en libertad.”

Por último, Gutiérrez recordó que “Roma no se construyó en un día.” Para llegar “a donde están hoy las geografías hacia donde el mundo atrasado quiere emigrar, toma siglos, generaciones y libertad.” Lo positivo, concluyó, es que “somos naciones jóvenes con pueblos que tienen tareas pendientes y mucho que aprender.”

En el siguiente segmento, Dionisio Gutiérrez entrevistó a Alberto Gil Ibáñez, doctor en derecho, escritor y ensayista, y a Luis Alfonso Herrera, doctor en derecho, profesor y escritor, sobre Hispanoamérica y la leyenda negra.

Gil indicó que la leyenda negra es un relato “para combatir lo que fue la predominancia del mundo hispano en el mundo.” Es una “guerra cultural contra el mundo hispano hasta llegar hoy que estamos divididos y pobres.”

En cuanto a las demandas de disculpas por la conquista de América Latina que algunos líderes plantean, expresó que muchos de estos olvidan que son descendientes de españoles. Además, señaló que las naciones latinoamericanas fueron hechas por “los criollos, los mestizos y los indígenas.” Por lo tanto, indicó que se cae en una dinámica de autoodio “porque odiar a España, cuando un porcentaje amplio de la población tiene sangre española, es odiarse a sí mismo.”

Asimismo, indicó que a quien correspondería pedir disculpas sería al Gobierno y no al Rey, pero que debemos preguntarnos si “el Gobierno actual de España se siente particularmente heredero de Hernán Cortés.” También debemos recordar que muchos de los españoles tienen “antecesores que nunca fueron a América.”

Respecto a los intereses que hay detrás de la revitalización de esta narrativa en América, Gil expresó que beneficia a quienes quieren que “el mundo hispano no se vuelva a unir, porque si estamos divididos y enfrentados y buscando culpables, no cooperamos y no somos lo que podríamos: el tercer gran poder.” Por el contrario, Hispanoamérica debería “cambiar el relato a uno empoderado que nos devuelva al progreso y a la cooperación.”

Por último, Gil indicó que, para fortalecer los lazos entre España y América Latina, primero debemos liberarnos de “las élites extractivas que sirven al ´yanki´ de turno en vez de servir a la comunidad hispana.” Segundo, “cambiar la inercia autodestructiva de auto odio por inercia cooperativa, buscando sinergias, el mercado y la cultura.”

Por su parte, Herrera subrayó que, en el contexto de la celebración del Día de la Hispanidad, es desagradable ver cómo un expresidente del Gobierno español sea cómplice de la dictadura en Venezuela: “Lo que esperaría justamente de un país hermano es precisamente lo contrario, de colaboración para que esta situación de falta de Estado de derecho, de falta de respeto a los derechos humanos y del funcionamiento de una república democrática se cambiara.”

Respecto al proyecto de crear repúblicas en América Latina tras la independencia de España, indicó que ha sido fallido: “Es un proyecto que nace contra sí mismo. Negamos lo que hemos sido históricamente, un régimen monárquico, y hemos querido tomar atajos copiando lo que en otros países desarrollaron a partir de su experiencia. Y claro, cuando uno copia y pega instituciones, normalmente los resultados son negativos.”

En cuanto al uso de la ideología indigenista por parte de líderes populistas en América Latina, Herrera expresó que es una “manifestación de la estrategia de lucha de clases, de división y de generar resentimiento.” Lo cual no quiere decir que “no exista exclusión y discriminación, las cuales se agravaron con la llegada de las repúblicas”, pero estas deberían abordarse desde políticas de inclusión a través de la empleabilidad: “Incorporarles en el proceso productivo y, por supuesto, respetar sus tradiciones.”

Para finalizar, sobre lo que debe hacer España para que Edmundo González tome posesión en Venezuela, Herrera indicó que “tiene una responsabilidad como Estado en la articulación a nivel internacional que apunte a una transición en la entrega del poder.”

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A poorly governed region

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En el programa de esta semana, analizamos la cara humana de la economía.

Dionisio Gutiérrez comenzó reflexionando sobre el papel fundamental de la economía en la vida de las personas, afirmando que “nos resuelve el presente: el sustento para llegar al final de cada día.” Además, señaló la complejidad y conflictividad del mundo que los humanos deben enfrentar: “Una economía global insuficiente y la ausencia de líderes ejemplares han creado desconexión entre las personas, la sociedad y el Estado.”

Gutiérrez expuso que América Latina, a pesar de tenerlo todo para ser naciones prósperas, “está, por mayoría, mal gobernada y llena de políticos inútiles, narcos y bandidos; y a causa de eso, con niveles de atraso y pobreza ofensivos y sin sentido.”  Para superar estas dificultades, “hacen falta más condiciones, certezas y libertades para que haya más empresas y podamos avanzar a mayor velocidad.”

A raíz de esta compleja realidad, “de las faltas, los vacíos y las ausencias viene el drama humano de la migración; sobre todo a Estados Unidos”, donde, en general, los latinos “logran lo que en sus países jamás habrían tenido: seguridad, paz y oportunidades.”

Gutiérrez finalizó reconociendo “la batalla diaria de millones de latinoamericanos por nivelar sus aspiraciones con la realidad de un mundo que cada día se entiende menos.” Indicó que debemos “preservar las ilusiones y la dignidad para enfrentar las dificultades y soñar con un futuro de prosperidad, paz y libertad.”

En el siguiente segmento, Dionisio Gutiérrez entrevistó a Paulina Henoch, coordinadora del programa pobreza, vivienda y ciudad de la Fundación Libertad y Desarrollo de Chile, y a Clynton López, director de economía en la Universidad Francisco Marroquín, sobre el lado humano de la economía, el desarrollo y sus desafíos.

Henoch indicó que, si bien las ayudas sociales son necesarias para salir de la pobreza, “la generación de nuevas inversiones es algo muy bueno para las familias.” Especialmente, es necesaria la generación de empleo formal con seguridad social. Además, expresó que, para promover un mayor crecimiento económico, debemos “mantener las mismas reglas para quien está invirtiendo y no cambiarlas cada cierto tiempo.”

Respecto al crecimiento inmanejable del Estado de bienestar en algunos países, Henoch señaló que el nivel de endeudamiento al que están llegando los países es preocupante: “Cuando los Estados se endeudan, generan un ciclo vicioso en el que el costo de endeudarse y acceder a bienes es mucho más caro para toda la sociedad. La irresponsabilidad del Estado que se endeuda más de lo que tiene de ingreso está teniendo efectos directos en la familia.”

En cuanto al caso de Chile en específico, Henoch considera que una de las cosas que se hicieron bien fueron “los instrumentos de focalización que permitían de forma objetiva identificar a las personas que estaban en pobreza”, así como pensar en herramientas para que quienes viven en pobreza “sean capaces de salir adelante sin la ayuda del Estado.”

Por su parte, López comenzó explicando el impacto de la inflación en América Latina sobre la clase media: “Ha afectado muchísimo porque los salarios son, probablemente, los últimos que reaccionan, y hemos tenido un aumento generalizado y sostenido en la mayoría de productos. Como los salarios no han reaccionado a la misma velocidad, hay menos poder adquisitivo y la clase media, probablemente, hoy en día, en términos generales, es más pobre.”

Respecto al ciclo inflacionario, considera que aún no ha terminado y que seguiremos con períodos de inflación. Además, destacó que existe desconfianza por parte de los ciudadanos en los datos inflacionarios que los gobiernos publican: “Lo que están encontrando [los ciudadanos] es que los precios suben a unas tasas muy diferentes a las que publican las autoridades monetarias.”

Por último, sobre las remesas y el impacto que tienen en América Latina, López indicó que “efectivamente reducen la pobreza, porque son sueldos privados que no se tendrían en ausencia de la migración.” Asimismo, indicó que el dinero que se recibe suele invertirse “primero, en alimentación; segundo, en vestimenta; tercero, en educación; cuarto, en construcción o mejoras del hogar y quinto, en migrar.” Para López, el peligro de la migración en la región es la pérdida de la juventud, quienes más “asumen riegos son los que se están yendo.”

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