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Technology versus education?

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Programa

En el programa de esta semana, analizamos cómo la tecnología presenta tanto desafíos como oportunidades para la educación.

 

Dionisio Gutiérrez inició reflexionando sobre los desafíos de educar en una era donde “la tecnología galopa más rápido que la educación, y el jinete, que es el ser humano, parece ir colgando de las riendas”. Advirtió que, en un mundo donde las máquinas aprenden a velocidad vertiginosa, las aulas y las mentes llamadas a guiar este proceso “avanzan como carros viejos por caminos de barro”.

Subrayó que el problema no es la tecnología, sino su desajuste con la formación humana: “Un país no se hace grande por la cantidad de datos que maneja, sino por la calidad de juicio con que los interpreta”. Expresó que la clave está en formar ciudadanos capaces de discernir, y no simplemente en inundar a los jóvenes con dispositivos y acceso a información ilimitada.

Gutiérrez añadió que es clave saber hacer uso de la tecnología: “La tecnología sin valores, sin ética y sin sentido de propósito, es como una espada en manos de un necio: brilla, pero hiere sin razón”. Por eso, insistió en un sistema que equilibre la alfabetización tecnológica con la formación integral: “Necesitamos ingenieros que entiendan de historia, programadores que sepan de filosofía, científicos que lean poesía, empresarios que comprendan la política y políticos que conozcan la decencia”.

Para finalizar, recordó que “la meta no es competir con las máquinas, sino seguir siendo humanos en medio de ellas”. Y enfatizó que “una nación no se mide por la velocidad de su conexión a internet, sino por la calidad de la conexión entre sus ciudadanos”.

En el siguiente segmento, Dionisio Gutiérrez entrevistó a Ronald Flores, director del Departamento de Educación en la Universidad Francisco Marroquín, y a Claudia Limón Luna, presidenta ejecutiva y fundadora de CONCIUS, sobre los desafíos y las oportunidades educativas que ofrece la tecnología.

Flores aseguró que, en una época de algoritmos y tecnología, es necesario “volver a la inteligencia emocional”, pues al pasar varias horas frente a pantallas, a veces se “minimiza la importancia de relacionarse con otros y con uno mismo”. Además, indicó que será necesario equiparar el avance tecnológico en las aulas con reconocer, sin olvidar, lo que nos “compone como humanos”.

Por otro lado, señaló que los métodos de enseñanza cambiarán, y ya lo han hecho, en los próximos años: “La educación masiva va a sufrir un cambio muy rápido por estos grandes conglomerados tecnológicos, y también se valorará mucho nuestras habilidades suaves y la creatividad humana”.

Respecto a la ética e integridad académica en un mundo con acceso a inteligencia artificial que hace trabajos en segundos, que antes tomaban horas y días, Flores expresó que la ética debe seguir presente. Sin embargo, aseguró que estamos ante una oportunidad en la que debemos replantear la forma en la que se evalúa el aprendizaje y el sistema educativo en sí.

Por su parte, Limón indicó que uno de los desafíos más drásticos que enfrentamos con el avance de la tecnología es “qué tanto la inteligencia artificial puede ocupar espacios de trabajo”.

En el ámbito educativo, considera que se debe transformar el sistema: “Hacer una institución más flexible, con un currículo más adaptado a las necesidades y problemas reales y no tanto a la de cubrir un contenido. Y, principalmente, en desarrollar las habilidades del siglo XXI”.

Añadió que la adaptación de los docentes a este nuevo paradigma es muy importante para esta transformación, pues el profesor “es el pilar, la pieza clave de este proceso”. Precisó que es imprescindible capacitarlos más allá de lo teórico, en las habilidades “que queremos que desarrollen los estudiantes”. Además, resaltó el rol que debe tener la educación en formar personas “más críticas y reflexivas ante el bombardeo de información que existe, para su uso correcto”.

Para finalizar, Limón señaló que, a su juicio, la personalización que permite la tecnología hoy en día podrá ser positiva en el ámbito educativo: “El personalizar el aprendizaje te ayuda a potenciar lo que ya tienes” o sabes. Sin embargo, añadió que también representa un peligro en la socialización con humanos.

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A Bet on the Future

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En el programa de esta semana, analizamos cómo la próxima elección podría cambiar el destino de Bolivia. 

 

Dionisio Gutiérrez inició recordando que hay momentos en la vida de las naciones que pesan más que los años y valen más que los discursos. Momentos en que el destino deja de escribirse en la prensa para grabarse en las urnas“Para Bolivia, golpeada por la corrupción, la ineptitud, el populismo, el autoritarismo y el crimen organizado, las próximas elecciones presidenciales, más que un trámite democrático, son un parteaguas moral”, afirmó.

Aseguró que, durante décadas, Bolivia ha sido gobernada por quienes confundieron el servicio con el saqueo, la autoridad con el abuso, lo que ha hecho que gobierne la mentira, el crimen y la traición”. Como resultado del populismo en el que ha caído, se ha “arruinado el presente e hipotecado el futuro”. 

Sin embargo, subrayó que no todo está perdido. Gutiérrez destacó que la historia abre una nueva oportunidad para Bolivia con un candidato que representa lo que la política ha olvidado: “honorable en su vida pública y privada, capaz en la gestión y en la estrategia, decente en la conducta y en el trato”. Se refirió a Jorge “Tuto” Quiroga como un “boliviano ejemplar, ciudadano presente, estadista respetado en su tierra y en el mundo libre”. Añadió que ofrece lo que hoy es escaso en la política: credibilidad, capacidad y honradez”.

Gutiérrez aseguró que, en un país fatigado por la mentira y la corrupción, Tuto Quiroga desafía el cinismo y representa una oportunidad para el país: “Representa la posibilidad real de romper el ciclo vicioso en el que la corrupción engendra más corrupción, la incompetencia produce más miseria y el populismo provoca más división”.

Aunque también señaló que la participación cívica en las elecciones es crucial para el cambio: “ningún candidato, por capaz que sea, puede solo. El poder del cambio reside en la voluntad ciudadana. Si los votantes vuelven a escoger por costumbre o por miedo, las viejas cadenas se cerrarán de nuevo”.

Para finalizar, llamó a los bolivianos a decidir entre seguir presos del pasado o apostar por la reconstrucción. Recordó que votar es un derecho y una responsabilidad, y es, en última instancia,el grito silencioso de un pueblo que no quiere volver a ser engañadoInvitó a los bolivianos a que voten con juicio, coraje y dignidadpara cambiar el destino de su país. 

En el siguiente segmento, Dionisio Gutiérrez entrevistó a Juan Claudio Lechín, economista y escritor, y a José Manuel Ormachea, diputado al Congreso y candidato a senador de Bolivia, sobre el momento histórico para Bolivia frente a las elecciones que celebrará pronto. 

Lechín indicó que, a su criterio, las elecciones a celebrarse en Bolivia el domingo 17 de agosto no se pueden considerar completamente democráticas, pues Evo Morales y sus aliados “controlan el fraude electoral desde el 2006”. Señaló que lo que está en discusión es “cuánto de fraude sean capaces de inferir sobre la sociedad”

Añadió que Arce, el presidente saliente, no “es ni candidato ni tiene apoyo en términos electorales”. Los candidatos que están dando la pelea en este proceso son Tuto Quiroga y Samuel Doria, señaló. 

Respecto a Andrónico, el candidato del MAS y del fenómeno del socialismo del siglo XXI, y la conciencia en el electorado sobre sus vínculos con narco dictaduras en la región, Lechín expresó que es un candidato impopular: “Si las elecciones fueran limpias, Andrónico perdería”. Sin embargo, considera que pasará a la segunda vuelta, pues en las últimas encuestas ha estado subiendo en puntos como estrategia. De esta manera, lograrán que “a medida que se acerca el día electoral, la sorpresa de su presencia no sea abrumadora”, señaló. 

En el escenario en que haya fraude electoral, Lechín indicó que no sorprendería si no hay reacción de la comunidad internacional: “La comunidad internacional en esto no es muy eficaz”. Sin embargo, señaló que sería indispensable que la ciudadanía se movilizara en contra del fraude. 

Por su parte, Ormachea indicó que recuperar la confianza en las instituciones y en la democracia en un país tras veinte años de populismo y corrupción política es un reto importante. Sin embargo, tiene confianza en que “Quiroga es el indicado” para hacerlo por “su seriedad, su solvencia y por haber luchado permanentemente por el retorno de la democracia plena en Bolivia y en América Latina”. 

Además, señaló que las elecciones también serán clave para recuperar la justicia y el Estado de derecho en su país: “Queremos salir de la tiranía que se expresa en el control del órgano Judicial por parte del Ejecutivo en el país”. 

Por otro lado, expresó que los bolivianos están cansados del MAS y su gente, por lo cual se esperaría que, de haber fraude electoral, la población saliera a las calles como se han organizado antes “para realizar las movilizaciones más importantes de la historia del país, las cuales lograron que Evo Morales escapara como el cobarde que es”. 

Para finalizar, Ormachea añadió que las primeras medidas que deberá tomar el nuevo gobierno para desmontar el legado autoritario y clientelar del MAS son varias. Primero, mencionó asegurar que los órganos del Estado actúen con independencia. Luego, también deberá “liberalizar la economía y aligerar la carga tributaria y burocrática”. 

 

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A System that Produces a Lot, but Not Enough

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En el programa de esta semana, analizamos el estado de la economía mundial.

 

Dionisio Gutiérrez inició reflexionando sobre el abismo entre la economía global y las necesidades reales: “Vivimos en un sistema que produce mucho, pero no alcanza y promete demasiado”. Explicó que esta realidad no es por falta de recursos, sino de prioridades y principios, pues “sobran gobernantes inútiles dedicados a decorar estadísticas en vez de gobernar con decencia”. 

 

Añadió que la economía mundial se ha hecho insuficiente para los propósitos humanos: “El problema no está en las cifras del PIB ni en los reportes del FMI. Está en el rostro de quien trabaja diez horas y no llega a fin de mes. Está en el joven que estudió y no encuentra empleo. Está en el adulto que ya no cree en nada porque le prometieron progreso, pero le entregaron ansiedad, inflación y deuda”. 

 

Gutiérrez criticó la falta de acción de los gobiernos para corregir esta realidad, con políticos “jugando al matón” con guerras y disputas territoriales, mientras la economía se desmorona. Sin embargo, también señaló la ausencia cívica: “Falta voluntad de exigir que los que gobiernan aprendan a pensar y a servir, no solo a simular y a mandar”.

 

Para finalizar, Gutiérrez señaló que “el mundo no necesita más cumbres, sino más libertad. No más burocracia, sino más gobernantes con dignidad. No más discursos, sino economías libres al servicio del hogar común, no del ego imperial de unos pocos”.

 

En el siguiente segmento, Dionisio Gutiérrez entrevistó a Edmundo Rivera, socio fundador y chief economist de EPR Capital, y a Javier Núñez, economista y consultor, sobre la economía mundial.

 

Rivera indicó que sí es posible pensar que el libre comercio se convierte en un lujo del pasado. Asimismo, añadió que los aranceles “pueden producir un cambio en los precios relativos y modificaciones en los modelos de producción, haciendo que la ineficiencia se transmita a través de la economía”. 

 

Respecto a América Latina, señaló que tiene “una gran debilidad en su política fiscal y monetaria”, así como un problema en su política interna en cuanto a trámites y burocracia. Estos problemas junto a la política fiscal ineficiente, son los que han “provocado el crecimiento económico mediocre”, añadió. 

 

Rivera expresó que, si América Latina quiere salir del laberinto populista y autoritario, debe “retomar su agenda de crecimiento”, pues en los últimos quince años no han habido reformas, y los países se han estancado o incluso retrocedido. Indicó que los países que han retrocedido, como Chile, Perú y Colombia, lo han hecho por gobiernos clientelistas y populistas, dañando el entorno empresarial, creando un “régimen de incertidumbre”.

 

Por último, señaló que se espera que el 2026 sea un año difícil para la economía global, pues los efectos negativos de los aranceles empezarán a notarse en las economías. 

 

Por su parte, Núñez señaló que las perspectivas indican que el 2025 y 2026 serán años de crecimiento económico bajo: “Para América Latina, el crecimiento va a estar por debajo del promedio del crecimiento mundial”. 

 

Además, señaló que, a nivel mundial, “el manejo económico está supeditado a la política”, al mismo tiempo que los gobiernos siguen sin implementar disciplina fiscal.

 

Para finalizar, Núñez señaló que Europa enfrenta serios problemas de competitividad, especialmente por “políticas poco amigables con el desarrollo tecnológico”. Además, añadió que tienen un problema con la sostenibilidad, “principalmente en el tema energético y su incapacidad para convertirse en un sustituto de las energías tradicionales”.

 

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Like Dirt on Old Walls

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En el programa de esta semana, analizamos la corrupción en América Latina. 

Dionisio Gutiérrez inició con una reflexión sobre la corrupción. Advirtió que “hay enfermedades del alma nacional que no se curan con decretos ni con promesas de campaña”, y que la corrupción “roba la esperanza al pueblo y destruye la fe en el porvenir”.

Gutiérrez señaló que en varios países de la región se ha construido un sistema político para delinquir desde el poder”, donde ya no basta con que un político robe, sino que ahora “se redactan leyes a medida del ladrón, se manipulan fiscales, se colonizan cortes y se convierte a la justicia en cómplice del delito”. Así, explicó, la democracia se transforma en “una farsa con urnas”, y el poder deja de representar al ciudadano para serviral crimen.

También hizo énfasis en el drama de las élites y su mediocridad:“La más perversa es la del corrupto cínico: ese que sabe que delinque, pero presume por hacerlo con aplauso y con presupuesto”. Y cuando la corrupción se normaliza, “la mayoría decente se retira” y la minoría indecente ocupa el poder “con absoluta impunidad”. Así es como caen las repúblicas: “no con balas, sino con indiferencia”, afirmó.

Gutiérrez añadió que donde el corrupto no encuentra castigo, el crimen organizado encuentra oportunidad“Las mafias no necesitan inventar el sistema: lo compran hecho y colocan sicarios en los márgenes del Estado criminal en formación”. Asimismo, denunció con urgencia que en América Latina “tenemos diputados, alcaldes y presidentes que fueron financiados por la corrupción y los carteles”.

A pesar de este escenarioaún queda esperanza: “Nos queda la última trinchera, la que no se compra ni se corrompe: el ciudadano consciente, valiente y presente. El que no se calla, el que no se vende. El que sabe que, mientras tenga libertad, podrá seguir luchando por la democracia y la justicia”.

En el siguiente segmento, Dionisio Gutiérrez entrevistó a José Ugaz, abogado, catedrático y exprocurador público, y a Miguel Ángel Lara, consejero del Proyecto de Integridad Electoral, sobre corrupción en América Latina.

Ugaz inició afirmando que la corrupción en la región es sistémica y no esporádica: “Cuando hablamos de corrupción sistémica estamos hablando no solo de soborno, sino de redes que interactúan en las que se mueven dinámicamente élites empresariales, la clase política, funcionarios públicos y el crimen organizado”. 

Además, mencionó que la infiltración de grupos criminales en la política y los sistemas de justicia tienen graves consecuencias para la gobernabilidad, donde se legisla “abiertamente en favor del crimen organizado, la minería ilegal, el narcotráfico, la corrupción, las extorsiones”. 

Por otro lado, Ugaz afirmó que la corrupción se ha entrelazado con la transnacionalización del crimen organizado: “Vemos grupos como el Tren de Aragua de Venezuela, el grupo de los Choneros en Ecuador, el Primer Comando de Capital de Brasil, que son organizaciones bastante extendidas.  Las maras, en otros países, que se dan la mano con las clases políticas para saquear a nuestros Estados”. Añadió que este fenómeno profundiza la pobreza y desestabiliza la democracia: “El último sondeo del Latinobarómetro muestra un nivel de confianza en el sistema democrático alrededor del 8 – 10 %. Es decir que más de un 80 – 90 % no cree en el sistema”. 

Ugaz indicó que, para erradicar estas redes criminales, se necesitan “reformas estructurales profundas”. Agregó que el ciudadano tiene la primera responsabilidad: “Es lamentable que nos quejamos permanentemente de los malos gobiernos que tenemos y, sin embargo, votamos por los peores y, muchas veces, sabiendo que son corruptos o que están financiados por el crimen organizado”. 

Por su parte, Lara indicó que es importante tomar en cuenta dos aristas de la corrupción: “Primero, pone primero el beneficio privado sobre lo público. Segundo, la corrupción lleva a la impunidad, debilita la gobernabilidad y evita la regulación: quienes se benefician no quieren contrapesos, ni acceso a la información y transparencia”. 

Por otro lado, señaló que la corrupción genera una “asignación ineficiente de recursos porque se desvían fondos públicos, recursos humanos, materiales y financieros que, en lugar de ser utilizados en escuelas, carreteras, telecomunicaciones, se usan para favorecer amigos y para beneficio privado”. Además, indicó que, cuando los gobiernos tienden a ser autoritarios y opacos, los contrapesos desaparecen, provocando que el uso de recursos públicos no pueda ser auditado. 

Lara también señaló que, en los casos de democracias jóvenes o frágiles con problemas de corrupción, resulta difícil su supervivencia: “Sin embargo, hay países que se han recuperado, lo que se requiere es voluntad de la población en estar informada, criticar, votar y exigir a los representantes”. 

Para finalizar, señaló que el trabajo de los periodistas que alzan la voz es de admirar, pues lo hacen en sistemas adversos, donde hay intimidación, en el mejor de los casos, y en el peor, donde hay tortura, prisión o exilio. Asimismo, indicó que es fundamental que su trabajo sea independiente. 

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The Global Conflict Inventory

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En el programa de esta semana, analizamos la geopolítica global

 

Dionisio Gutiérrez inició el programa haciendo un llamado frente al deterioro global de la democracia y la libertad: “Vivimos en un mundo en el que la libertad es acosada por tiranos, traicionada por demócratas tibios y manoseada por ideólogos que, con verbo dulce, justifican toda clase de atropellos”. Afirmó que vivimos una época marcada por “la tormenta sin brújula, de conflictos sin resolución, de líderes sin grandeza, de élites indiferentes, de ciudadanos ausentes”.

Gutiérrez advirtió sobre los peligros que enfrenta el mundo libre: desde el conflicto en Ucrania, donde “un genocida bombardea la vida civil”, hasta la estrategia silenciosa de China, que “seduce, infiltra, compra, calla y espera”. En Medio Oriente, recordó que “la tragedia no descansa” y que Irán, con su “vocación terrorista” y “desprecio por la vida libre”, continúa siendo una amenaza global.

Al referirse a España, señaló con preocupación que hoy “es gobernada por una casta de oportunistas que confunde la aritmética parlamentaria con la voluntad popular”, donde “la incompetencia, la corrupción y el relativismo ético” se han vuelto la norma.

Gutiérrez indicó que América Latina es la región donde “la historia patina en el lodo del subdesarrollo político” y donde “la democracia está en cuidados intensivos”, con tres dictaduras que sobreviven gracias a la represión y a la “cobardía del mundo libre”.

A pesar del panorama global, Gutiérrez expresó que “los tiempos son graves, sí, pero no irremediables”, y llamó a la reflexión y a la acción: “Lo que hace falta no es un milagro, sino un despertar cívico y moral”.

Para finalizar, hizo un llamado al liderazgo: “Es hora de que vuelvan los líderes que no temen decir lo que muchos callan ni hacer lo que todos esperan. Líderes que sepan que el poder es servicio, que la ley es límite y que la verdad, aunque incómoda, es el único camino que lleva a la democracia, la justicia y la libertad”.

En el siguiente segmento, Gutiérrez entrevistó a Pedro Trujillo, doctor en Ciencia Política y Gobierno, y a Ignacio Montes de Oca, escritor y periodista, sobre el estado geopolítico del mundo.

Trujillo inició resaltando los tres conflictos más preocupantes del momento: Rusia-Ucrania, Medio Oriente y Asia, con Pakistán, India y China. Agregó que, en este contexto, América Latina se ve envuelta en la tensión con China, pues busca “seguir teniendo influencia en el continente”, al igual que Rusia. Sobre el caso específico de México y su fortalecimiento institucional con Pekín y Moscú, señaló que “es una amenaza para Estados Unidos y para el resto del continente”.

Además, afirmó que el avance chino en la región se evidencia en sus inversiones en “regalos que no son regalos”, como infraestructura, minería, bibliotecas, etc., en países del continente.

Por otro lado, indicó que, a su juicio, “Rusia ha perdido esa preeminencia de potencia internacional que tenía, particularmente, en la Segunda Guerra Mundial y ha sido sustituida por China”. También resaltó la importancia de que Occidente tome conciencia de la velocidad con la que avanza China.

Luego, Trujillo agregó que es evidente, en la guerra en Ucrania, que Rusia no tiene la capacidad de “hacer un ejercicio de control militar, económico y relaciones exteriores”. Sin embargo, aclaró que esto no significa que no sea un país con poder ni que su autoritario líder carezca de incidencia.

En cuanto al conflicto entre Irán e Israel, consideró que este último demostró una gran capacidad de inteligencia, y que Irán, por ahora, está desmantelado en términos de liderazgo. Asimismo, sugirió que le tomará tiempo reconstruir su estructura operativa, optando por ganar espacio mediante poder blando en lugar de poder duro.

Por su parte, Montes de Oca expresó, sobre el conflicto entre Rusia y Ucrania, que Rusia busca desgastar a Ucrania, al mismo tiempo que intenta reducir el apoyo de Occidente: “[Putin] está intentando marear al presidente de Estados Unidos con supuestas negociaciones”.

Asimismo, aseguró que la OTAN está en crisis: “Hay una profunda desunión en la OTAN, se ha dividido en bloques. Para frenar a Rusia se debe crear otra organización con aliados como Canadá, Australia, Nueva Zelanda, Japón, que entienden perfectamente que Putin está lanzando una carrera imperialista que no se va a terminar en Ucrania, que empezó en Georgia, que sigue Moldavia y está en otras regiones con guerra híbrida”.

Por otro lado, Montes de Oca expresó que hoy en día “no hay un liderazgo global”, sino una disputa global: “Ya no es entre derecha e izquierda. La nueva división es entre autocracias, autoritarismos y democracias. Se necesita un liderazgo en Occidente que combata a las autocracias”.

Respecto a Irán, comentó que su supuesta disposición a negociar no es de fiar, y que financiar grupos terroristas está en su ADN: “Cuando triunfó la revolución islámica, se prometió destruir a Israel y a Occidente. [Además,] Irán siempre busca negociar para ganar tiempo. La pregunta es si Occidente entendió que Irán jamás cumplió un acuerdo y que no va a dejar de atacar a sus objetivos”.

Para finalizar, Montes de Oca indicó que el populismo es como la comida rápida de las ideologías: “Ofrecen salidas mágicas y rápidas, pero no nutren ni solucionan el problema de fondo. El problema de fondo es el desarrollo y las naciones van al populismo porque ofrecen salidas rápidas, pero no realistas y, a la larga, crean problemas nuevos. La democracia es nutrirse, los populismos es saciarse el hambre”.

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When Freedom Triumphs, Lies Make Fools of Themselves

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En el programa de esta semana, analizamos el avance de las reformas en Argentina.

 

Dionisio Gutiérrez inició recordando el despertar de Argentina tras sufrir saqueos, burlas y caudillos populistas de izquierda. Así como a quienes decían que “la libertad mata”, pero a quienes los hechos les demuestra lo contrario: “Cuando la inflación baja, el déficit fiscal se reduce, se respeta la propiedad y se promueve la inversión, la economía crece y la pobreza retrocede. Este año, la economía argentina crecerá un 5.5 %. ¿Cómo se ha logrado? Con libertad, con orden, con responsabilidad”.

También mencionó las lecciones que ha dado Argentina: Ha demostrado, con paciencia y coraje, que la disciplina fiscal no es crueldad, sino justicia intergeneracional. Que el empleo no se crea con leyes que espantan al emprendedor, sino con condiciones estables para producir. Que la moneda no se defiende con discursos, sino con responsabilidad y confianza, y que un país no se reconstruye con subsidios, sino con ciudadanos libres”.

Para finalizar, Gutiérrez afirmó que “este será el golpe más certero y civilizado contra las dictaduras democráticas del siglo XXI”. Así como también será una verdad que dejará “al populismo sin pretexto y al socialismo sin disfraz”. 

En el siguiente segmento, Dionisio Gutiérrez entrevistó a Ricardo Rojas, doctor en historia económica, abogado y escritor, y a Constanza Mazzina, doctora en Ciencia Política, sobre el impacto del despertar argentino en la política regional. 

Rojas expresó que el presidente Javier Milei ha logrado avances en Argentina, principalmente, a través del cambio en el manejo de la economía: “Niveló el presupuesto, el Gobierno no gasta lo que no ha recaudado, no hay endeudamiento, no hay emisión monetaria. Y eso lo han notado los inversores”. Además, mencionó que otros avances importantes han sido “la eliminación de organismos innecesarios y la disminución en el gasto del presupuesto. La reestructuración del Estado en sí”. Sin embargo, aseguró que aún falta inversión de capital, “fundamentalmente de capital extranjero”. A su juicio, el éxito del plan de Milei dependerá de las inversiones a futuro. 

Por otro lado, aseguró que el cambio ha implicado pasar de un esquema colectivista y populista a uno basado “en el trabajo individual, en la producción y en el esfuerzo”. Para asegurar que estos cambios perduren en el tiempo, Rojas considera necesaria modificar legislaciones. No obstante, señaló el reto que esto representa para el presidente, pues “no tiene posibilidad de manejar ninguna de las dos cámaras del Congreso”. 

Por su parte, Mazzina expresó que la izquierda populista reacciona con hostilidad al éxito liberal en Argentina por su carácter reaccionario y porque “quieren seguir disfrutando de sus privilegios”. Añadió que Argentina era un país próspero que crecía a partir de 1853 hasta la primera del siglo XX, pero que empezó a quebrarse a partir de los años 30 y 40 por la mezcla de nacionalismo y la visión de producción exclusivamente interna. Añadió que, con el Gobierno actual, Argentina logró “sacar el peronismo”. 

Por otro lado, expresó que existe un cambio de percepción en los argentinos respecto al populismo: “Hay un cambio de percepción, sobre todo en los jóvenes que vivieron toda su vida con gobiernos kirchneristas”, y se han dado cuenta de los privilegios de la casta política. 

En cuanto a los riesgos que enfrenta el Gobierno de Milei, como modelo liberal, en un continente populista, Mazzina indicó que hay varios. Sin embargo, considera que el más grande es interno: “Somos un país federal con 24 jurisdicciones, donde la mayoría de estos gobernadores siguen gastando y presionando políticamente, sobre todo a través del Congreso, con aumentar el gasto público”.

Para finalizar, indicó que es importante asegurar que el cambio y avance que se ha tenido en Argentina perdure en el tiempo, especialmente por ser un Gobierno que, “en términos de ideología y de la defensa de los valores de la libertad, está bastante solo a nivel regional”. 

 

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Power Without Limits is Tirany

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En el programa de esta semana, analizamos el declive democrático en México y Colombia.

 

Dionisio Gutiérrez inició señalando la preocupante realidad que viven México y Colombia en términos democráticos, de violencia y justicia, y cómo sus gobiernos “convierten la Constitución en papel flexible, útil solo para envolver los caprichos del poder”. 

Sobre el caso específico de México, mencionó la deformación del sistema de justicia: “Se eligen jueces no por su mérito, sino por su obediencia. Magistrados que ya no imparten justicia, sino ideología. Lo que antes se llamaba división de poderes, hoy es jerarquía sumisa bajo el imperio del credo populista”.

También alertó sobre cómo el Gobierno ha desconfigurado el poder y la Constitución: “Ya no protege al ciudadano del poder, sino al poder del ciudadano. El texto fundamental ha sido violado sin violencia y disfrazado de reformas que son mentira”. Además, advirtió de la posibilidad de una reforma electoral en México. 

En cuanto a Colombia, Gutiérrez tildó al Gobierno de Gustavo Petro de seguir los pasos del caudillo moderno: “Desprecio a la ley, amor al decreto y pactos tácitos con lo más oscuro de la historia nacional. El narcotráfico y la guerrilla son socios del proyecto. La corrupción se viste de justicia social y el populismo se pinta de redención histórica”.

Añadió que se ha instalado un gobierno en donde “la voluntad de un presidente sustituye la voluntad general” y piensa que “gobernar es mandar, no servir” a través de la idea perversa de que el poder popular “autoriza cualquier arbitrariedad”. 

De la mano, señaló que el crimen organizado también forma parte de la mesa, y que el “Estado se ha hecho instrumento de una facción”. 

Para finalizar, Gutiérrez hizo un llamado a los mexicanos y colombianos: “La democracia y la libertad se defienden con acciones, con votos, vigilancia y coraje. Es tiempo de recordar que el poder sin límite es tiranía, y que la Constitución, sin ciudadanos que la exijan, es papel mojado”.

En el siguiente segmento, Dionisio Gutiérrez entrevistó a Daniel Raisbeck, analista político y escritor, y a Stephanie Henaro, internacionalista con maestría en geopolítica, sobre el estado delicado de la democracia en Colombia y México, respectivamente.

Raisbeck inició recordando que Petro “es un fiel seguidor de Chávez”, e incluso le asesoró cuando estuvo en el poder en Venezuela. Sin embargo, señaló que, para bien, Petro no cuenta con la misma fuerza que Chávez: “Actualmente, cuenta con alrededor de 30 % de aprobación, lo cual es bajo”.  Sumado a esto, mencionó que las reformas que el presidente propuso en este último año de gobierno no han prosperado. No obstante, destacó que esto no significa que Colombia no está en peligro.

En su opinión, los colombianos sí están conscientes de la agenda chavista que hay en su país, lo cual explicaría el 60–65 % de rechazo hacia el Gobierno, y que muchos que votaron a Petro se arrepienten. Añadió que es, precisamente, “el desespero por esa debilidad lo que lo hace muy peligroso”. Por ejemplo, mencionó que el atentado contra el presidenciable Miguel Uribe “ha sido un golpe fuertísimo para todo el ámbito político”, y que Colombia ha retrocedido a un ambiente similar “a los peores momentos del país”. 

Sobre la consulta popular que promueve Petro, Raisbeck mencionó que fue una amenaza como respuesta al rechazo del Congreso a la reforma laboral que presentó: “Lamentablemente, congresistas de supuesta oposición cayeron en la trampa y terminaron aprobando la reforma para evitar esa consulta sin validez electoral ni jurídica”. Además, señaló que lo último que ha dicho es que incluirá una papeleta en las próximas elecciones para buscar apoyo “a una Constitución que nadie quiere”. 

Por otro lado, expresó que, sin duda alguna, Petro ha utilizado el proceso de paz para beneficiar a grupos guerrilleros afines y debilitar a adversarios políticos, llevando a una crisis de seguridad en Colombia. También recordó que “Petro está del lado de las FARC ideológicamente”, y que su gobierno no combate contra los mayores grupos narcotraficantes del país. 

Por su parte, Henaro indicó que las elecciones de jueces en México son un espectáculo y que, lastimosamente, muchos no se dan cuenta de la farsa electoral que impuso Morena: “Están envueltos en la narrativa del Gobierno que dicen que por votar por los jueces es más democrático, pero la mayoría no votó y fue un proceso muy complicado”. 

Por otro lado, resaltó que, si bien era necesario reformar la justicia en México, la misma va en retroceso con la nueva reforma: “Ahora la justicia va a correr la misma suerte que nuestra democracia; donde los narcotraficantes imponen candidatos y matan a los que les estorban”. Henaro añadió que, a su parecer, México está atrapado en un sistema populista y autoritario, pero que es una tendencia que, lamentablemente, se ve alrededor del mundo. 

Para finalizar, expresó que México está regresando a la dictadura perfecta: “Estamos regresando a los tiempos donde el PRI tenía la dictadura perfecta, el sistema hegemónico. El hecho de que hayamos cambiado de rostro en la presidencia no quiere decir que hayamos cambiado de régimen”.

 

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Iberoamerica is in Danger, but not Lost

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En el programa de esta semana, analizamos la creciente deriva populista y las ideas expuestas en el nuevo libro de Iván Espinosa de los Monteros, España tiene solución.

 

Dionisio Gutiérrez inició con una advertencia urgente sobre el rumbo que toman varios países de la región: “México, Colombia y Bolivia viven bajo la bota de dictaduras criminales. Hoy están en peligro, gobernadas por capitostes arrogantes que se creen dueños de nuestras vidas”.

Gutiérrez denunció que la izquierda iberoamericana ha tenido éxito en algo más peligroso: infiltrarse: “Ha ocupado el lenguaje, ha colonizado los medios, ha reducido la educación a un catecismo ideológico y ha hecho de la dependencia estatal un modelo de control emocional”.

Además, denunció el abandono del mérito y el castigo al éxito en nombre de la igualdad. “Se ha penalizado el éxito como si fuera delito y ha suplantado el deber cívico por el victimismo. Mientras tanto, el ciudadano que madruga, paga impuestos y mantiene en pie la economía ha sido tratado como sospechoso”.

A pesar de esta realidad, Gutiérrez recordó que la esperanza no está en los discursos vacíos ni en las promesas de los populistas, sino en esos ciudadanos silenciosos: “La solución no vendrá de las manos sucias de quienes han secuestrado las instituciones”. La solución vendrá en la renovación de los principios básicos: “libertad, esfuerzo, propiedad, ley y respeto”. 

Advirtió que la región no sufre por falta de recursos ni de talento, sino por resignación y una mediocridad institucionalizada: “Nos dicen que esto no tiene arreglo, que estamos condenados al desgaste, al enfrentamiento, al clientelismo, pero eso no es verdad. Lo que ocurre es que quienes viven del populismo autoritario no quieren que Iberoamérica despierte”.

Gutiérrez concluyó afirmando: “Cuando las élites fallan, los países se descomponen; y cuando los cuerdos callan, los necios gobiernan. (...) Los países no se salvan solo con buenas leyes, sino con ciudadanos que las entiendan, las respeten y las vivan para cumplir sus deberes y para hacer valer sus derechos”.

Posteriormente, Gutiérrez entrevistó a Iván Espinosa de los Monteros, líder iberoamericano, sobre su libro: España tiene solución.

Gutiérrez señaló que la obra hace un diagnóstico de España —cultural y económico—, donde denuncia la institucionalización de la izquierda y su intervención en el sistema democrático, debilitando su credibilidad. Asimismo, denuncia la derrota intelectual y moral de la derecha, al mismo tiempo que ofrece una hoja de ruta para restaurar la independencia institucional.

 

Espinosa de los Monteros indicó que España atraviesa un problema institucional muy grave: “Tenemos presidentes, especialmente desde la izquierda, que están minando la credibilidad de la democracia, el prestigio del gobierno”. Así como también un problema económico: “España lleva casi 17 años sin crecimiento económico si lo dividimos por el PIB per cápita”.

 

Para rescatar el rumbo de España, Espinosa de los Monteros expresó que, primero, se debe tomar conciencia de lo que ha pasado: “Cómo un país que iba en crecimiento es capaz de caminar por una senda de pobreza, de reducción de riqueza y de calidad democrática”. Añadió que la respuesta a esta situación son los gobiernos de izquierda y los gobiernos de derecha que “no regeneran cuando les toca gobernar”.

 

Por otro lado, mencionó que, en una cultura que ha hecho creer que está mal generar riqueza y trabajos, es necesario reconocer a aquellos que generan dinámicas empresariales y económicas, pues son quienes hacen “que un país se enriquezca”. En cambio, si se decide seguir por el camino de cancelarles, de elevar las barreras al comercio, “vamos a acabar con la actividad económica de un país”.

 

Sobre la derrota intelectual y moral de la derecha, Espinosa de los Monteros expresó que, tras la caída del muro de Berlín, la superioridad del modelo económico de mercado quedó demostrada. Sin embargo, también se asumió que la derecha había ganado la batalla cultural: “Y renuncia a seguir explicando, comunicando por qué sus virtudes son mayores a las del otro sistema”. Añadió que, ante esta “derrota”, la izquierda se reconstruyó “con nuevos formatos, nuevas palabras, marcos mentales y vuelve a recuperar posiciones a finales de los noventa en todo Occidente”.

 

También se comentó sobre las similitudes populistas entre España y América Latina, y el futuro que les espera a ambas: “Yo creo que el péndulo está cambiando, y hacia el otro lado. Creo que sí vamos a conseguir detener y revertir. Es importante no solo detener esta deriva, sino cambiar. Que los nuevos gobiernos no se contenten con haber expulsado al anterior, que asegure que nunca más pueda pasar esto”.

Además, expresó esperanza en el futuro de Iberoamérica, indicando que debemos fijar metas “aspiracionales, pero realistas. Metas a las que podamos, como nación, aspirar en conjunto”.

Para finalizar, Iván Espinosa de los Monteros anunció la creación de un centro de pensamiento, un think tank, donde participarán miembros destacados y competentes de la sociedad civil con “ideas muy buenas y experiencia sólida para proponer cambios, reformas que se puedan poner en práctica en un gobierno un poco ambicioso y que tenga aspiraciones y deseos de proponer soluciones concretas”.

 

Para ver el programa completo, haga clic aquí. 

 

The Old Narrator of Lessons No One Wants to Hear

Articulo largo

Dionisio Gutiérrez

 

A lo largo de la historia, esa vieja relatora de elecciones que nadie quiere escuchar, se confirma que todo imperio que se creyó eterno acabó, tarde o temprano, enterrado bajo su propio peso. Los ejemplos abundan: el Imperio romano murió más por exceso de ego que por falta de espada; el español conoció glorias y conquistas que aún retumban en las piedras de los siglos, pero se hicieron insostenibles.

El Imperio británico acabó desangrado por dos guerras mundiales y el precio de gobernar más por intereses que con justicia. Y el soviético, monumento al control total, cayó por el agotamiento moral y económico de un sistema que prometía igualdad mientras repartía miseria. Cuando la verdad pública se hizo obvia, pues el muro no resistió. 

¿Qué decir del presente?

Vivimos en un mundo donde algunos, con traje moderno y sonrisa de algoritmo, aún creen que pueden imponer reglas, extender su influencia sin resistencia y dominar el tablero sin consecuencias. Pero la historia no es tonta. La soberbia imperial de antes y de ahora lleva en sí misma el germen de su propia destrucción: todo imperio que no corrige, que no duda, que no es capaz de renovarse desde dentro, está condenado.

La historia no perdona a los arrogantes, pues los retrata con claridad y los entierra con precisión. No es pesimismo, es realismo con siglos de respaldo. Cuando los poderosos se creen infalibles, cuando confunden fuerza con derecho, cuando dejan de hacerse preguntas, el principio del fin ya ha comenzado. Y aunque la caída no siempre es rápida, es siempre inevitable. Y cuando llegue porque llegará—, la historia hará lo que siempre ha hecho: pasará la página, sacudirá el polvo y volverá a empezar con otros nombres, otras banderas y, ojalá, con menos soberbia. 

Parece ser que seremos testigos de la caída del siguiente imperio. El drama es que hoy, como otras veces en la historia, son la democracia y la libertad de Occidente las que están en juego.

Más allá o más acá del juego de tronos de los imperios, está nuestra América Latina, padeciendo el peor de los subdesarrollos: el subdesarrollo político; causa principal de que nuestra economía sea insuficiente, al mismo tiempo que la frustración y la pobreza aumentan. Este escenario de vergüenza nos dibuja como una región rica en recursos naturales, pero llena de gente pobre, a causa de que la política no funciona. Y, por eso, somos también un territorio en disputa entre otros que quieren imponer nuestro destino. 

En nuestra región, la democracia como sistema está quedando acorralada, no con fusiles, sino con votos —donde todavía se puede votar. La desgracia populista y autoritaria no está llegando en forma de golpe de Estado, sino de gobierno electo.

El nuevo tirano no entra al palacio derribando puertas, sino ganando elecciones. Y una vez adentro, se quita la máscara. Todo comienza con discursos sobre pueblo, justicia y patria, y luego resulta que los jueces estorban, los periodistas mienten, la oposición traiciona y la libertad divide. Y así, lo que era una democracia imperfecta se convierte en una ficción autoritaria, disfrazada de proceso popular.

Pero ¿cómo advertir al ciudadano que cree que esto no va con él? La libertad no desaparece de golpe, se disuelve. No hay un derecho o un decreto que diga: “hoy ya no eres libre”. Lo que hay es una serie de excusas, mandatos y campañas de desprestigio que vacían el significado de la palabra “democracia”. 

Se empieza con el control de los medios, sigue la reforma a la justicia, luego se persigue a la oposición, se manipulan elecciones, se envenena el lenguaje y, cuando el ciudadano quiere reaccionar, ya es tarde. La tiranía se ha instalado, y lo hace con traje, sonrisa y mayoría parlamentaria. 

El autoritarismo moderno no grita, administra: administra el miedo, la mentira, el relato único. Y si alguien se atreve a discrepar, se le cancela, se le expulsa o se le silencia bajo la acusación de ser enemigo del pueblo. 

El nuevo totalitarismo no necesita tanques. Le basta con algoritmos, aplausos y reformas constitucionales. Y lo más trágico es que, muchas veces, lo hace con el consentimiento de los ciudadanos que, hastiados, resignados o confundidos, creen en la mentira populista y votan por su propia servidumbre. 

¿Qué hacer entonces? Primero, despertar: nadie está a salvo. Segundo, reconocer que libertad no es solo decir lo que uno quiere, es permitir que el otro diga lo que no queremos oír. Y tercero, actuar: organizarse, vigilar al poder como se vigila al fuego, porque cuando el poder se siente impune deja de gobernar y empieza a mandar. 

La historia nos enseña que las democracias mueren cuando los ciudadanos bajan la guardia y se acostumbran al abuso. Por eso, ciudadanos libres: si alguien les promete orden absoluto, unidad sin debate y prosperidad sin esfuerzo, desconfíen. Su libertad está en peligro. 

La libertad y la democracia no mueren de un golpe, sino de una rendición lenta y tolerada. Y si hoy tiemblan sus cimientos, no es solo por culpa del populismo autoritario que grita y avanza, ni de los criminales que se organizan y de las redes que manipulan. Es, sobre todo, porque las élites, las llamadas a custodiar el orden civilizado, han abdicado de su deber.

La élite económica ha preferido el dividendo inmediato al destino común. Se ha vuelto ciega ante el subdesarrollo político, muda ante la injusticia, sorda al clamor del ciudadano común. La intelectual, que debiera ser conciencia crítica del tiempo, se refugió en el lenguaje abstracto y la torre de marfil mientras el mundo se llena de ruido, miedo y dogmas. Una razón más por la que extrañaremos tanto a nuestro querido Mario Vargas Llosa.

La dimisión de las élites ha provocado que los pueblos caminen solos. Quienes debían guiar, guardaron sus espadas y cerraron sus libros. La democracia liberal y el libre mercado, únicas fuentes de desarrollo y bienestar, están abandonadas y a la deriva. Esto no es cuestión de optimismo —que es bueno para la salud— o de pesimismo. Es cuestión de datos. 

Estamos iniciando una jornada de tres días de discusión y reflexión. Hagamos el compromiso de sentar las bases para construir una propuesta de acción seria, profunda y de largo alcance. Alertemos a las élites sobre que, si no vuelven al ruedo, dejarán de serlo.

Tenemos una tarea formidable frente a nosotros en cada uno de estos eventos donde siempre nos reunimos más o menos los mismos, me hago la misma pregunta: ¿Si no somos nosotros, quién? ¿Y si no es ahora, cuándo? Amigos presidentes, quienes un día gobernaron con altura y dignidad, hoy no pueden callar, porque del que supo y sirvió se espera no silencio ni cálculo, sino ejemplo, palabra firme y presencia activa. Por eso, gracias por estar aquí una vez más. 

¿Y qué hacer entonces? Rescatar la política, volver a creer en la libertad y salir a defenderla. 

Muchas gracias y bienvenidos.

 

Ateneo de Madrid

21 de mayo de 2025

 

 

Tribute to a Giant of Freedom

Articulo largo

El pasado 21 de mayo, en Madrid, se llevó a cabo el Foro del Grupo Libertad y Democracia, Fundación Internacional para la Libertad y la Fundación Libertad y Desarrollo, en el Ateneo de Madrid.

 

Dionisio Gutiérrez dio la bienvenida al evento con un discurso de reflexión sobre el estado de alerta de la libertad y la democracia en Iberoamérica.

Gutiérrez inició recordando que “vivimos en un mundo donde algunos, con traje moderno, creen que pueden imponer reglas, extender su influencia sin resistencia y dominar el tablero sin consecuencias”. Sin embargo, recordó que la historia demuestra que “el imperio —de antes y de ahora— lleva en sí mismo el germen de su propia destrucción: todo imperio que no corrige, que no duda, que no es capaz de renovarse desde dentro, está condenado”.

Por esta razón, cuando quienes mandan “confunden fuerza con derecho, se creen infalibles y dejan de hacerse preguntas, el principio del fin ha comenzado. Y aunque la caída no siempre sea rápida, es siempre inevitable”. Bajo este contexto, Gutiérrez planteó la posibilidad de estar ante la caída del siguiente imperio, donde la democracia y la libertad de Occidente están en juego.

Por otro lado, indicó que América Latina padece de subdesarrollo político y frustración: “Este escenario nos dibuja como una región rica en recursos naturales, pero llena de gente pobre, a causa de que la política no funciona. Por eso, somos también un territorio en disputa entre quienes quieren poner nuestro destino”. Además, alertó sobre el frágil estado de la democracia en la región, la cual está en peligro, no por fusiles, sino por votos: “La desgracia populista y autoritaria no está llegando en golpe de Estado, sino de gobierno electo. El nuevo tirano no entra al palacio tirando puertas, sino ganando elecciones. Y una vez adentro, se quita la máscara”.

Luego, Gutiérrez planteó la importancia de, como ciudadanos, estar alertas: “La libertad no desaparece de golpe, se disuelve. No hay un derecho o decreto que diga ‘hoy ya no eres libre’, sino una serie de mandatos y campañas de desprestigio que vacían el significado de la palabra democracia”. A través de esa manipulación, “se controlan los medios, se reforma la justicia, se persigue a la oposición y se manipulan elecciones”.

También subrayó lo alarmante de que, muchas veces, este nuevo autoritarismo se instala con el consentimiento ciudadano: “Hastiados, resignados o confundidos, creen en la mentira populista y votan por su propia servidumbre”.

Gutiérrez invitó a despertar: “Nadie está a salvo. Debemos reconocer que la libertad no es solo decir lo que uno quiere, es permitir que el otro diga lo que no queremos decir. Debemos actuar, organizarse, vigilar al poder”.

Para finalizar, reflexionó: “Ciudadanos libres, si alguien les promete orden absoluto, unidades sin debate y prosperidad sin esfuerzo, desconfíen: su libertad está en peligro”. También hizo un llamado a las élites económicas e intelectuales a guiar y apoyar la democracia liberal y el libre mercado. Ante este contexto, es imprescindible “rescatar la política, volver a creer en la libertad y salir a defenderla”, agregó.

Posteriormente, se llevó a cabo un homenaje póstumo a Mario Vargas Llosa (1936-2025), en el cual se presentó un libro escrito por expresidentes iberoamericanos dedicado a su persona. A continuación, compartimos un resumen del evento.

Álvaro Vargas Llosa, escritor y periodista, expresó su agradecimiento a los presidentes que escriben en recuerdo de su padre, pues "no debería ser un mérito respetar la institución de la presidencia que uno ejerce, debería ser una obviedad, no debería ser una excepción respetar las instituciones del Estado de derecho, debería formar parte del ejercicio natural del poder". Por tal razón, agradece a los presidentes que defienden la libertad que tanto promovió su padre.

Iván Duque, expresidente de Colombia, resaltó la capacidad de Vargas Llosa para "denunciar el abuso de poder y promover los ideales que abrazaba: la libertad y la democracia" en sus letras.

José María Aznar, expresidente del Gobierno de España, exaltó el orgullo por el deseo de Vargas Llosa de "defender y continuar la historia de España, la convivencia, la libertad y la democracia" en tiempos difíciles para el país.

Mariano Rajoy, expresidente del Gobierno de España, recordó su transmisión de la idea de la defensa de la libertad: "Pensaba que tanto los populistas como nacionalistas eran los enemigos de la libertad".

Laura Chinchilla, expresidenta de Costa Rica, indicó que el mejor homenaje que se le puede hacer es "aprender de su ideario político y usarlo como antídoto ante el tercermundismo, el fanatismo y la irracionalidad, y leer su obra para comprobar la didáctica política que hay ahí".

Mauricio Macri, expresidente de Argentina, recordó cómo Vargas Llosa "siempre decía lo correcto, lo que pensaba y ejercía su libertad", siendo un defensor incondicional de los valores de la libertad, y que ha inspirado a muchos.

Jamil Mahuad, expresidente de Ecuador, resaltó su franqueza y su habilidad para transformar mensajes.

Tuto Quiroga, expresidente de Bolivia, recordó que Vargas Llosa no se quedaba en la "cómoda posición de la neutralidad nunca".

Por último, María Corina Machado, líder de la oposición venezolana, resaltó que su vida nos recuerda que "no puede haber coraje donde no hay amor y convicción. La valentía no es otra cosa que el amor que profesamos por algo, expresada activamente cuando el destino nos obliga a defenderlo".

Para ver el programa completo, haga clic aquí

 

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