Cuidado con el IGSS

Cuidado con el IGSS
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Luis Miguel es Director del Área Social de Fundación Libertad y Desarrollo, catedrático universitario y tiene una maestría en Administración Pública de Escuela de Gobierno.
16 Ago 2020

El IGSS está nuevamente bajo ataque y en esta ocasión la polémica fue generada por un informe de la Comisión de Previsión y Seguridad Social del Congreso, remitido a la Junta Directiva del IGSS, la Procuraduría General de la Nación y a la Secretaría General de la Presidencia.    

En dicho informe, la Comisión recomienda la renuncia del actual presidente de la junta directiva del IGSS, Carlos Contreras, justificando esta recomendación con nueve hechos entre los que se encuentran la prórroga de un contrato a una empresa proveedora de un sistema informático por supuestas anomalías, un amparo que presentó el sindicato de trabajadores del IGSS (SINTIGSS) y problemas relacionados al servicios que está prestando el IGSS a pacientes con COVID-19. 

Está claro que todos estos hechos deben agotar los procesos correspondientes para determinar si existen responsabilidades que deben deducirse. Pero esta polémica va más allá que la petición de remoción del actual presidente, pues al leer el informe se puede observar que muchos de los hechos señalados, corresponden a problemas históricos del IGSS, que no necesariamente fueron provocados por la actual administración y difícilmente serán resueltos por la misma.

La principal pista sobre lo que motiva este ataque, parece estar en el tercer hecho presentado en el informe, el cual reza así: 

“Firma de convenio con la Oficina de las Naciones Unidas de Servicios para Proyectos (UNOPS) por Q 1 mil 600 millones del que la Contraloría General de Cuentas (CGC) recomendaba al IGSS no firmar por los Convenios que existen entre Guatemala y Organización de Naciones Unidas (ONU) debido a que estos no puede ser auditables, lo que impide la fiscalización por parte de la CGC e incluso por parte de la Comisión Internacional contra la Impunidad.”

Este hecho llama particularmente la atención, porque no es la primera vez que el supuesto rechazo a UNOPS levanta alguna polémica. Entre 2018 y 2019, se desarrolló una campaña en redes sociales y algunos medios de comunicación digitales de poca circulación y dudosa procedencia, que hacía referencia a compras y entregas de “medicamentos falsos” en el IGSS. Algunos de estos habían sido comprados a través del convenio con UNOPS.

Esta campaña fue anónima casi en su totalidad, pero tuvo al menos un vocero visible; lo irónico es que este esforzado vocero sería posteriormente denunciado por no tener licencia, para distribuir los productos comercializados por una empresa farmacéutica a la que decía representar y posteriormente capturado por el caso “Asalto al Ministerio de Salud”. Esto ya nos da algunas pistas sobre qué intereses pueden estar detrás de la intención de apartar del camino a un ente como UNOPS.

¿Qué es el convenio entre el IGSS y UNOPS?

Guatemala firmó un convenio de cooperación con UNOPS en 2008 y el IGSS comenzó a trabajar con esta oficina de Naciones Unidas en 2016. La principal razón para firmar este convenio, según la página oficial de UNOPS, fueron los casos de corrupción que se destaparon a partir de 2015 y que “afectaban la adquisición de medicamentos del Instituto Guatemalteco de Seguridad Social (IGSS)… Además, se descubrió que ciertos proveedores se beneficiaban de manera injusta de las adquisiciones públicas, lo que ponía en riesgo los suministros de medicamentos de millones de personas en el país.”

Los casos de corrupción a los que hace referencia UNOPS y que sirven como justificación para la firma de este y otros convenios, son los presentados por CICIG y el MP y conocidos como “Negociantes de la salud”, IGSS-PISA e IGSS-SAP-Ambulancias. Estos son solo una pequeña muestra de estructuras de corrupción que, por años, han operado dentro del Seguro Social, para saquear el presupuesto de la institución, que asciende a más de 19 mil millones de quetzales al año. 

El proyecto AMEDIGSS, promovido por el Seguro Social y UNOPS, tenía el objetivo de adquirir medicamentos e insumos médicos; contratar servicios para el tratamiento sustitutivo de la función renal y fortalecer y modernizar la gestión institucional del IGSS.

Hasta el momento los datos disponibles sobre los resultados del proyecto son positivos. En pocos años el IGSS ha logrado hacer compras eligiendo entre más de 62 potenciales proveedores, cuando antes tenían participaban solamente 11 licitantes. Con mayor interés del mercado, se amplía la posibilidad de obtener mejores precios y calidad.

A través de los mecanismos de UNOPS, el IGSS ha adquirido 586 tipos de medicamentos y hasta 450 millones de dosis. Los niveles de abastecimiento de inventarios del Seguro Social se encuentran actualmente alrededor del 90% en los 114 hospitales que tienen a nivel nacional.

El ahorro logrado por el IGSS gracias al convenio con UNOPS, asciende a 270 millones de dólares, logrando una reducción de costos en el los precios de medicamentos e insumos médicos de hasta un 58% con respecto a los precios pagados en 2016.

Establecer una cultura anticorrupción en las entidades públicas no es sencillo, sin embargo, el IGSS parece estar dando pasos certeros en este camino, a través de convenios con entidades internacionales. También el Ministerio de Salud ha tenido este tipo de experiencias en el pasado con otros organismos afines a Naciones Unidas, como la Organización Panamericana de la Salud, con la compra de vacunas a nivel internacional.

¿Se pueden auditar los convenios con UNOPS?

Es importante aclarar que los argumentos que esgrime la Contraloría respecto a la imposibilidad de auditar el convenio con UNOPS son falsos. Estos más bien parecen responder a las malas intenciones de grupos oscuros que intentan regresar a los antiguos procesos de compra de medicamentos e insumos médicos, en donde los productos se sobrevaloraban, algunos proveedores y funcionarios salían económicamente beneficiados y los usuarios del servicios perdían. 

UNOPS es parte del sistema de Naciones Unidas; son los países miembros de la asamblea de la ONU quienes asignan a empresas internacionales de auditoría para fiscalizar sus proyectos. Por otro lado, los convenios pueden ser revisados y/o denunciados por los países firmantes, siguiendo los procesos establecidos dentro de los mismos. Los proyectos firmados entre UNOPS y el IGSS han atravesado al menos cinco procesos de auditoría de la Contraloría General de Cuentas, con más de 64 auditores.

Está claro que el IGSS está lejos de ser una institución pública con un funcionamiento ejemplar. Existen múltiples quejas legítimas sobre la calidad de los servicios y falta de insumos; sin embargo, los múltiples ataques de los últimos meses parece responder a agendas oscuras que quieren retroceder en los avances logrados en los últimos años.

No faltan en todo esto las voces alarmistas y despistadas, que advierten de un intento por privatizar el IGSS, sin embargo, la idea de privatizar el seguro social o de pasar a un esquema en donde este compite con aseguradoras privadas, tiene poco asidero en la discusión pública actual. Solamente en pequeños espacios, de poca relevancia, se discuten esos temas y difícilmente existen planes articulados para implementarlo.

 

Permitir que esta discusión se manche con el enfrentamiento ideológico habitual, desvía la atención de la opinión pública hacia posiciones irreconciliables. Esto deja la cancha abierta para que las mafias logren nuevamente sus objetivos. Aquí lo importante es que los guatemaltecos estemos atentos y tengamos cuidado con el IGSS.