La violencia ha dejado una profunda marca en la sociedad guatemalteca. Después de sufrir una larga y cruenta guerra civil, el país se ha embarcado en unaespiral de violencia que deja, en promedio, 13 personas asesinadasdiariamente en todo el territorio nacional; lo que nos coloca como el décimo país más violento del mundo y el sexto más violento de América Latina.

Una de las explicaciones más recurrentes al fenómeno de la violencia en el país es la fragilidad de las instituciones de seguridad y justicia. Toda la cadena de justicia ha sido abandonada dentro del Estado guatemalteco, lo que ha permitido que el crimen actúe con total impunidad.

Sin embargo, es importante cuestionarse quéotro tipo de factores sociales y psicológicoshan propiciado que Guatemala se convierta en uno de los países más violentos del mundo. La saña y la facilidad con la que se realizan los asesinatos en el país ponen al descubierto una sociedad con un profundo irrespeto por la vida humana.

Las generaciones que están naciendo y creciendo en este ambiente de violencia y desprecio hacia la vida, están siendo afectadas en su capacidad de establecer relaciones sociales sanas, fuertes y de confianza; lo que nos encierra en un círculo vicioso de descomposición social.

Debido a los múltiples problemas que afronta la sociedad guatemalteca, los ciudadanosparecemos atrincherados y poco dispuestos a tender lazosque nos permitan avanzar. El miedo y la ansiedad de vivir en una sociedad violenta y con problemas tan complejos, nos mantienen paralizados.

¿Cómo lograr construir una sociedad pacífica? ¿Cómo reconstruir los tejidos sociales que se han roto después de tanta violencia, pobreza y ausencia de oportunidades?

Hoy en Dimensión, discutiremos sobre los efectos que losprincipales problemas sociales y económicos tienen sobre la salud mentalde los guatemaltecos y sobre las dinámicas que nos permitirían reconstruir el tejido social del país.

Panelistas:

- Marco Antonio Garavito (Psicólogo social y director de la Liga Guatemalteca de Higiene Mental)

 

- Juan Ignacio Ardón (Psicólogo clínico y catadrático de la UFM)